El PSOE deja las manos libres a sus federaciones para establacer los pactos

El Comité Federal del PSOE decidió ayer, con la abstención de la corriente Izquierda Socialista, que presentará "a sus candidatos electos, allí donde sea la lista progresista más votada", y a su vez apoyará la candidatura con más votos, "siempre que sea progresista", para mostrar su oposición a opciones de derecha. Con este acuerdo no se hace sino dejar las manos libres a las federaciones regionales para que establezcan pactos poselectorales para conseguir "gobiernos estables", respetando lo que puedan hacer las organizaciones del País Vasco, Navarra y Canarias, donde la composición de fuerzas es más complicada.

Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE, dirigió ayer la reunión del comité federal en la que el secretario general, Felipe González, no intervino y se limitó a escuchar la intervención de Guerra y de los más de 30 miembros de ese órgano de dirección, que expusieron sus respectivas situaciones poselectorales.El número dos del PSOE señaló que, en relación con las últimas legislativas, se había recuperado parte del voto urbano en Barcelona, Málaga, Valencia, Zaragoza y Madrid lo que no ha impedido que en esta última ciudad el PP haya logrado mayoría absoluta. Aun así, Guerra afirmó: "No deben minusvalorarse casos como el de Madrid, aunque constituyan una excepción, por lo que el partido debe reflexionar e intentar que, en las próximas elecciones, los ciudadanos apoyen de forma mayoritaria nuestro proyecto también en esta ciudad".El dirigente socialista agregó: "Tras 12 años de Gobierno socialista en los Ayuntamientos y muchas intentonas externas de erosionar al partido, estos datos no pueden tener más lectura que la de la consolidación de la mayoría del PSOE, cuya política municipal y autonómica han vuelto a revalidar los ciudadanos".

Críticas al PP

Guerra y después el secretario de Organización, Txiki Benegas, criticaron al Partido Popular y pusieron en duda que este partido "pueda constituir una alternativa" al PSOE. Según Guerra, el PP "no sólo no ha conseguido romper el llamado 'techo de Fraga', sino que se ha quedado por debajo de él con tan sólo un 25% de los votos". En esta línea, Benegas reflexionó "Si yo fuera un dirigente del PP o de Izquierda Unida, estaría seriamente preocupado". No obstante, reconoció que el PP había tenido un éxito rotundo en Madrid.

Benegas adoptó un tono de perplejidad por las interpretaciones" que se habían hecho sobre estas elecciones que a su juicio para el PSOE han sido magníficas y aclaró que mientras que en 1987 obtuvieron 23.241 concejales, ahora tienen 25.185.En relación con la política de alianzas, que fue el objeto principal de esta reunión, se emitió una nota un tanto confusa en su redacción, pero que puede resumirse en que el PSOE presentará allí donde no tiene mayoría absoluta a sus candidatos con la esperanza de que les voten las fuerzas políticas progresistas, en tanto que ellos se comprometen a hacer lo mismo allí donde "una lista progresista" haya sido más votada que la suya propia.

Benegas aclaró que una vez que el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, había declarado la intención de cerrar el paso a la derecha, ellos hacían lo mismo y también se remitió a Anguita por su negativa a la posibilidad de entrar a formar parte de los gobiernos en unión con el PSOE. Precisamente esta entrada en gobiernos conjuntos ha sido pedida por los socialistas madrileños, así como por los miembros de la corriente Izquierda Socialista. El portavoz de ésta, Antonio García Santesmases, ha defendido la necesidad'de hacer "gestos de acercamiento" a IU en una estrategia de la izquierda "frente al avance de la derecha".