Atributos
"Si yo mandara en este país...", dice cualquier ciudadano, creyendo que mandar es tan fácil y que un país lo manda cualquiera. Ignoran muchos ciudadanos que para mandar en un país se requieren, atributos especialísimos de los que normalmente carece la generalidad de los seres humanos. Las biografilas de los grandes personajes de la historia ofrecen numerosos ejemplos.Los presidentes de Gobierno, los jefes de Estado, los reyes, tienen, de entrada, una inteligencia superior, un cuerpo que es un capricho, intuición mágica y alma de poetas, pues para eso ejercen el mando, o sino, de qué. El anterior jefe del Estado se hacía a la mar con su yate y al volver lo traía hundido hasta la línea de flotación por el peso de los atunes que había capturado con sus propias manitas. Según la maledicencia popular, iban antes submarinistas colgándole los atunes de los anzuelos para que se pusiera contentito, pero eso no está comprobado. El actual presidente del Gobierno se va a Japon, y sus conocimientos sobre el bonsai dejan estupefactos a los japoneses, que jamás conocieron ser viviente tan capacitado para penetrar los secretos de esta rara ciencia. Pero nadie como los antiguos reyes de Inglaterra. En la Torre de Londres se muestran las armaduras que utilizaron, y se infiere de su observación que estaban asombrosamente dotados por la madre naturaleza, pues lucen todas un estuche, peneal -llámale también cojonera, para entendemos del tamaño de un armario.
Los que mandan quisieran reunir cuantos atributos poseyeron los grandes personajes de la historia, para general pasmo, y la verdad es que les basta con proponérselo. Por ejemplo, se empieza cultivando bonsais y se acaba como los antiguos reyes de Inglaterra; o sea, hecho un mulo. Otro viajecito más y nos lo cuentan. Ya se verá cómo sí.
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