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TVE impone un drástico reajuste en los gastos ante el descenso de sus ingresos publicitarios

Los pasillos y los despachos de Televisión Española viven una psicosis de crisis como no se recuerda en toda la historia del organismo público. No se produce cine, no se compran producciones; ajenas, no se contrata a nadie, se reducen los viajes... La agresividad comercial de las televisiones privadas, la competencia de las cadenas autonómicas y el bajón que sufre el sector publicitario han originado una situación crítica que Hacienda y la propia dirección general -que se ha entrevistado con el presidente Felipe González- intentan afrontar mediante un drástico plan de reconversión.

Quienes tengan que viajar por España con cargo a Televisión Española no podrán ir a hoteles de más de tres estrellas. Esta directriz, vigente desde hace unos meses en las cadenas de la televisión estatal, refleja la sensación de crisis que se vive en los centros del organismo público, acostumbrados hasta el mes de agosto de 1990 a desplazarse sin mirar la peseta.Agosto de 1990 es una fecha para no olvidar en RTVE. Es el momento en el que se produce la inflexión en el trazo de la línea que separa los beneficios y el déficit del organismo. En 1989, las ganancias alcanzaron los 35.000 millones de pesetas; a finales de 1990 se habían perdido 20.000 millones. La tendencia continúa agravándose. Durante el primer trimestre de 1991 se han recaudado unos ingresos publicitarios inferiores en un 40% a lo presupuestado. La carrera hacia abajo no para.

En plena negociación del nuevo, convenio y de un plan de viabilidad para RTVE, ni la dirección ni los sindicatos se muestran dispuestos a desvelar el estado de unas cuentas que afectan a una plantilla de 13.000 trabajadores, de los que 1.800 son contratados temporales. Los más pesimistas evalúan las pérdidas de RTVE para 1991 en 60.000 millones de pesetas. Esta cantidad se considera exagerada. Pedro Higuera, promotor de Tele 5 cuando el grupo Anaya estaba embarcado en el proyecto, estima que las pérdidas alcanzarán los 3 1.000 millones -sin contar las deudas atrasadas-, según un estudio que ha realizado sobre la situación económica de todas las cadenas de televisión en España.

Ocupación de plantilla

Una de las causas a las que se atribuye el incremento de pérdidas es la política de producción llevada a cabo por TVE, que se convirtió en clave de la discusión sindical sobre la situación económica del organismo. Una gran parte de los programas, considerados por la propia TVE como producción propia, están realizados por productoras independientes, lo que provocó la denuncia de los sindicatos mayoritarios, CC OO y APLI por su excesivo coste y por no dar plena ocupación a su plantilla. Según los sindicatos, TVE paga 11 millones de pesetas por cada programa de Rápido (lunes, La 2) y 17 millones por cada espacio de Estress (miércoles, La 2), por ejemplo.

La agudización de la propia crisis, las movilizaciones de los trabajadores, y la intervención personal de García Candau truncaron esta política impulsada por Ramón Colom, director de TVE. Ahora todo es distinto.

"Se ha estrangulado a las productoras a unos niveles exagerados. Los contratos por obra son inexistentes. Programas matinales como los de Secundino González (Cada mañana) y Javier Vázquez (De par en par) han sufrido demora de meses por culpa de unas contrataciones", dice un alto ejecutivo de TVE que no desea ser identificado. "Mucha gente que hacía trabajos a tiempo parcial trabaja al ciento por ciento", y añade: "Nunca se había visto ese nivel de ocupación de la plantilla propia, pero me hace temer que todo esto redunde en la calidad de la producción".

La drástica contención de gastos en personal mediante la ocupación de la plantilla disponible, unida a las indicaciones de no pagar horas extras ni pluses, contrasta con el mantenimiento de prácticas viciadas. En Torrespaña se encuentra parada una sala de postproducción cuyo coste supera los 100 millones de pesetas. Sólo con que se pusiera en marcha, los sindicatos creen que podría ahorrarse parte de los 4.000 millones de pesetas que TVE invierte cada año en contratar la realización de doblajes fuera de la casa. Otro tanto ocurre con el reparto de los gastos de personal, que se comen un 33% del presupuesto. Según CC OO, el capítulo de nóminas de directivos ha crecido un 13% de 1988 a 1990.

Desplazamientos

La mayoría de los programas que se aprueban en la actual etapa de crisis son proyectos ofertados originalmente por productoras ajenas que Televisión Española ha reconvertido para realizarlos como propios. A las estrellas -presentadores o invitados de los programas- se les contrata directamente, igual que a los llamados equipos de talento. No somos de piedra, el espacio que prepara la cantante Vicky Larraz para sustituir a La ronda, de Julia Otero, lo ofreció una productora, pero se hace por contratación directa del equipo. Los proyectos que suponen efectuar largos viajes o costes de producción altos, ni se consideran.

Este el caso de los programas que dependen de los servicios informativos. Sus responsables han sido conminados a reducir drásticamente los gastos, de tal manera que no se efectúe ningún viaje a zonas que puedan ser cubiertas por los corresponsales allí destinados. El informativo En portada ha sido suprimido durante los meses de verano. Desde la zobertura de la guerra del Golfo, que supuso un coste superior a los 500 millones de pesetas, apenas se han producido desplazamientos de equipos para cubrir acontecimientos. Y cuando éstos se producen en España, hay instrucciones de no hospedarse en hoteles de más de tres estrellas.

El ahorro afecta en especial al cine español

TVE ahorra también por otras vías, aunque sea a costa de incumplir o retrasar sus compromisos. A la sociedad estatal Retevisión adeuda unos 7.000 millones de pesetas, y desde octubre de 1990 no ha ejercido la compra de derechos de antena sobre películas españolas, con lo que se ahorra miles de millones de pesetas comprometidos con el Ministerio de Cultura para financiar la producción del cine español.Apoyar a otros sectores en apuros cuando RTVE está en las últimas resulta difícil. Pero aún más si no hay necesidades perentorias de hacerlo, como le ocurre al Ente, a la hora de llenar su parrilla de programación. Sus arcas cinematográficas se encuentran a rebosar. TVE cuenta en la actualidad con un almacén de existencias en programas para emitir en los próximos años, valorado en más de 30.000 millones de pesetas. Incluso en el Festival Internacional de Programas de Televisión, celebrado recientemente en Cannes, TVE adquirió espacios con cargo al presupuesto de 1992.

Las retransmisiones deportivas se ven afectadas también por la crisis. RTVE ha enviado un fax a la Liga de baloncesto en el que se les dice que en breve se les dará un anticipo sobre el dinero que les adeudan, según publicó ayer el diario Ya. El comunicado señala la "falta de liquidez" del Ente como causa del retraso.

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