"Lo más importante ahora es la democracia en Irak"
En el vértice de una pequeña colina en la pequeña y destruida ciudad de Mawat, cercana a la frontera del Kurdistán iraquí, hay una escuela que sirve ahora de cuartel general para el líder guerrillero kurdo, Jalal Talabani. Rodeado por su hombres y escoltas, Talabani espera, cmo otros dirigentes kurdos, el resultado de las negociaciones con Bagdad.
"Lo más importante en estos momentos es la democracia en Irak. Bagdad ha aceptado separar al partido Baaaz del Estado y establecer un sistema pluripartidista, libertad de expresión y celebración de elecciones libres Después de la implantación de la democracia real en Irak, lo más importante para los kurdos es tener una autonomía auténtica, lo que significa que las áreas que el Gobierno iraquí separó a la fuerza de Kurdistán volverán a ser parte del mismo", dice Talabani, quien encabezó la primera delegación kurda que negoció con Sadam Husein después de la sublevación consiguiente a la guerra del Golfo.
Oportunidad de oro
Talabani es optimista respecto a las negociaciones con Bagdad, porque con el contacto con Sadam los dirigentes kurdos tienen una oportunidad de oro para conseguir la autonomía que han perseguido de forma sangrienta durante tres décadas. Talaban¡ dice que ha oído a fuentes occientales decir que cuando la situación se normalice en Irak, Sadam será destituido y el Gobierno que le sustituya respetará el acuerdo que se está negociando entre los kurdos y las autoridades iraquíes.
"Sadam Husein", añade el dirigente kurdo, "ha querido conversar con nosotros en estos momentos porque es suní, como nosotros, y tiene aversión a los shiíes. Esto es muy importante. Nosotros le disgustamos tanto como él a nosotros, pero se ha visto forzado a negociar con nosotros. Ambas partes estamos cansadas y necesitamos la paz. Sadam ha dicho en algunas ocasiones que 'si los kurdos hubiesen combatido a nuestro lado contra Irán, la guerra habría durado ocho días en lugar de ocho años'. No se trata aquí de creer o no en sus palabras, sino de saber que los propios hechos le han obligado a cambiar de postura".
Uno de los mayores obtáculos que se presentan en la negociación es saber si la rica ciudad petrolera de Kirkuk formará parte de la autonomía kurda. El propio Talabani procede de Kirkuk, donde su familia vivió durante décadas, de modo que para él Kirkuk forma parte de la nación kurda.
"Estarnos dispuestos a entregar parte de la producción de petróleo al Gobierno central, pero desde el momento que nosotros queremos formar parte del presupuesto iraquí, también queremos que el dinero que produzcamos sea reinvertido para la reconstrucción del Kusdistán", agrega Talaban¡.
A poco que se viaje por el maravilloso y montañoso Kurdistán iraquí, se percibe la destrucción. Muchas ciudades fueron víctimas de la dinamita durante el plan de despoblación de Sadam durante los ochenta. Mucha gente se trasladó entonces a lo que ellos mismos llaman campos de concentración o prisiones. Ahora, decenas de miles de ellos han comenzado la vuelta a casa deseosos de hacer habitables sus viajos hogares.
"También las garantías internacionales para nuestra autonomía son importantes, porque tenemos malas experiencias del pasado. Nos preocupa que el Gobierno central sea fuerte de nuevo e, igualmente, recupere su poder el Ejército", dice Talabani.
Con 57 años, Talabani dirige el mayor partido kurdo, la Unión Patriótica de Kusdistán, desde mediados de los setenta y su actividad política la comenzó desde niño. Ahora puede ser que los kurdos de Irak, Irán, Turquía, Siria y la URSS sueñen con un Estado independiente, pero Talabani no cree que por ahora ese sueño puede ser realidad.
Independencia imposible
"Si usted mépregunta si es posible que haya un Estado independiente kurdo ahora mismo, le conestaría que no. Hemos estado perseguidos por árabes, persas y turcos y nadie dijo nada para modificar las fronteras de Oriente Próximo. Es por ello que negociamos con cuqlquiera y hemos aceptado la autonomía dentro de Irak. El problema kurdo no se puede resolver hasta que no haya democracia en Oriente Próximo. Creo que el oleaje de democracia y respeto a los derechos humanos que recorre del mundo llegará a esta zona", añade Talaban¡.
"A veces me sorprendo, e incluso me quedo atónito, cuando escucho a algunos periodistas decir que el alzamiento kurdo ha sido aplastado, porque eso no es verdad. Los zonas liberadas ahora mismo por los peshmergas son mayores que las conquistadas en 1974, cuando nuestra revolución estaba más fuerte. Amplias zonas de las provincias de Kirkuk, Suleimaniya y Erbil están en nuestras manos".
Según Talabani, más de 100.000 soldados iraquíes fueron desarmados durante la reciente sublevación, y ahora los peshmergas disponenen del armamento soviético incautado.
Talabani está sinceramente agradecido a las fuerzas aliadas por su apoyo y la esperanza dada a los refugiados kurdos. Pero no cree que tales fuerzas se queden en Kurdistán sino el tiempo necesario, y especifica que, después de décadas, por primera vez losnorteamericanos y europeos han llevado a cabo una acción humanitaria y de protección a civiles inocentes. Sin embargo, le quedan resquemores hacia la política de EE UU.
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