La mayoría de los españoles cree que el Ejército ha asumido la democracia, pero está anticuado

La mayoría de los españoles cree que los militares aceptan la Constitución (56,7%), pero piensa que su preparación técnica es incompleta y anticuada (50,3%) y que su prestigio social ha sidminuido en los últimos años (37,8%). Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta sobre la imagen del militar profesional en la sociedad española, realizada en 1989 por la Unidad de Estudios Sociales del Ministerio de Defensa. Los resultados del sondeo, difundidos parcialmente en septiembre por la revista del departamento, están en la base del actual debate político sobre las Fuerzas Armadas.

Diez años después de la intentona del 23-F, sólo el 14% de los españoles considera "muy o bastante posible" un golpe de Estado militar en España, mientras que un 42% ve "poco posible" esta hipótesis y casi el 30% la descarta. Esta opinión es coherente con la idea, expresada por el 56,7% de los encuestados, de que la mayoría de los militares aceptan la Constitución; aunque todavía el 15,4% sospecha que en el fondo son contrarios a ella.En otra pregunta de la encuesta, el sector de la población que recela de los militares se eleva hasta el 25,9%, que es el porcentaje de quienes afirman que las Fuerzas Armadas se identifican "poco o nada" con la democracia; frente al 52,6% que las ven "muy o bastante" identificadas con la misma. Las relaciones entre el Gobierno socialista y el estamento militar no han sido difíciles, a juicio de los encuestados, pues sólo el 17,3% cree que el Ejecutivo ha tenido que soportar presiones, mientras que el 31,7% está convencido de que ha contado con su colaboración.

El 44,6% de los españoles atribuye a los militares, a quienes hasta hace poco se incluía entre los poderes fácticos, "poca o ninguna" influencia en las decisiones del Gobierno; mientras que el 33,9% les presume todavía "mucha o bastante". Su influencia seguirá igual o disminuirá en el futuro, según el 48,7%, y en todo caso es menor a la que tienen los partidos, la banca, los sindicatos, la prensa, los empresarios y la iglesia, por este orden.

Las respuestas más significativas son precisamente aquellas en las que se compara al estamento. militar con otros grupos sociales. Para la mayoría de los españoles, sólo los trabajadores (37,3%) y la prensa aceptan la democracia en mayor medida que los profesionales de las armas. Alrededor del 30% de los encuestados considera a los militares igual de demócratas que jueces, empresarios, iglesia y banca; aunque casi el 25% los ve menos demócratas que estos colectivos y no pasan del 10% quienes les atribuyen mayores convicciones democráticas que a banqueros o curas.

Lejos de Europa

La imagen de los militares sale peor parada cuando se pregunta por su grado de preparación. Aunque, inicialmente, el 51,5% dice que están "muy o bastante" capacitados para cumplir su función, el 50,3% agrega que su preparación técnica es incompleta y anticuada y el 36% subraya que no está a nivel europeo. Además, al margen de la preparación técnica, su nivel cultural es escaso, según el 41,1% de los encuestados.Los españoles creen que sus Fuerzas Armadas están mucho peor preparadas que las de Alemania, Reino Unido o Francia; algo peor que las de Italia y sólo un poco mejor que las de Portugal. Comparada la militar con otras siete profesiones, queda en el último lugar, después de ingenieros, arquitectos, médicos, jueces, abogados, maestros y policías, aunque cerca de los agentes del orden.

Los españoles consideran que la profesión militar es la de menor prestigio entre las siete que se les proponen.

Además, el 37,8% piensa que la consideración social de los militares ha disminuido en los últimos años y sólo el 22,4% cree que ha aumentado. Con estos datos, no sorprende que uno de cada cinco encuestados admita que desaconsejaría a su hijo hacerse militar, a pesar de que el 52,6% cree que están bien pagados y más del 80% piensa que siempre serán necesarios.

Los autores del estudio advierten que la imagen del militar no es homogénea en todos los grupos sociales: "A medida que desciende el nivel educativo del individuo, su edad es mayor, su ideología se orienta hacia la derecha y su práctica religiosa es grande, la concepción que se tiene del militar profesional va progresivamente siendo más favorable".

Por el contrario, "a medida que aumenta el nivel educativo del individuo, su edad disminuye, su posicionamiento ideológico se orienta hacia la izquierda y su vivencia religiosa es menor, la imagen del militar fiel a la Constitución se va progresivamente deteriorando".

Los autores del estudio se muestran preocupados ante el gran número de personas que prefieren no definirse sobre la preparación de los militares o su identificación con la democracia: "Esta falta de criterio en amplios sectores de la población es un indicador de la gran distancia que media entre la sociedad y la institución militar", concluyen.