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El 'piso franco' fue alquilado por una pareja que se hacia pasar por maestros

Un hombre, probablemente Jorge Mas Trullenque, y una mujer que se hicieron pasar por maestros fueron quienes alquilaron, hace poco más de un par de meses, la casita de Lliça d'Amunt donde fueron encontrados por la policía Joan Carles Monteagudo, Juan Félix Erezuma y Juan José Zubieta.La casa es una chalé de dos plantas situada en la urbanización Can Salgot, una de las 18 concentraciones que rodean el núcleo urbano de Lliçá d'Amunt, localidad cuyos 5.000 habitantes se reparten entre el comercio, la agricultura y la industria. Pero los fines de semana, Lliçà se reconvierte, las urbanizaciones se pueblan de gente procedente de las ciudades cercanas y sus 5.000 habitantes se disparan, sábados y domingos, hasta casi 30.000.

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La pareja no hacía vida de vecindad, según afirma el empleado de un bar que se halla a escasos 20 metros de la casa, al menos él no lo recuerda. Su única presencia era la de los domingos, cuando una mujer joven iba a comprar los diarios. El pasado doraingo no fue.

"Una pareja tranquila"

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Un vecino los definió como "una pareja muy tranquila", que había explicado su elección de esa población para vivir por "la tranquilidad", precisando que por su trabajo deberían pasar la rriayor parte del tiempo fuera de casa.

La calle se llama de Anselm Turmeda, pero mas que calle es un callejón con sólo cuatro casas, dos a cada lado. Los propietarios de la casa son "una familia de Barcelona", coincidieron en afirmar varios vecinos, aunque río pudieron identificarlos.

En el momento de producirse la intervención policial había cinco policías de paisano en el bar cercano. "Lo recuerdo bien", asegura el camarero, "porque tres habían estado comiendo, dos hombres y una mujer, y otros dos vinieron a tomar café. Cuando se oyeron los primeros disparos, salieron todos corriendo pistola en mano".

Nadie vio nada. Sólo un adolescente pasaba en ese momento relativarnente cerca montado en una motocicleta y, según contó, la policía le obligó a tirarse al suelo. Por la noche, en cambio, la zona cra un hervidero. Los vecinos de otras urbanizaciones se desplazaron hasta Can Salgot. Iban a mirar. aunque no había nacla que ver.

Dolors Fuster, una vecina que ocupa una de las casas contiguas, aseguró que los terroristas utilizaban para desplazarse una furgonet:a pequeña de color blanco, informa Europa Press. Fuster oyó los disparos mientras se hallaba en el interior de su domicilio, pero cuando salió a la calle sólo pudo ver unas ambulancias.

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