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La rama infantil de la Camorra napolitana

Un mafioso de 15 años asesina de dos tiros en la nuca a otro de 14 cerca de Nápoles

Juan Arias

No sólo hay una Camorra adulta. También hay otra infantil. Cuando a comienzos de mes desapareció de su casa de Acerra, cerca de Nápoles, el muchacho de 14 años Alberto Signorelli, hijo de un conocido camorrista del lugar, la gente pensó en un maniaco. Pero la verdad es mucho más cruda y ha sacudido dolorosamente a Italia: el asesino tiene 15 años, se llama Gennaro Esposito, es hijo de un pequeño comerciante en apuros y cometió el crimen fríamente, siguiendo el ritual clásico de la justicia de la Camorra (la Mafia napolitana), de dos tiros en la nuca disparados con una pistola del 7.65, sin dar tiempo a su adversario a que utilizara una Smith & Wesson del calibre 38.

El niño asesino ha sido detenido y ha confesado todo a los jueces. Con enorme frialdad, como exige el honor de la Mafia, declaró sin muestras de arrepentimiento: "Le disparé porque, de lo contrario, me habría matado él".Se ha sabido así que, además de la Camorra adulta, existe también, y bien organizada, la Camorra infantil. Son bandas cuyos integrantes no superan los 16 años y cuyo trabajo principal es chantajear a los propietarios de pequeños comercios. Se calcula que, pistola en mano, les piden unas 300.000 pesetas al mes a cada uno para dejarles tranquilos. A quien se niega se le incendia accidentalmente el establecimiento, por ejerriplo. La mayoría paga y calla, según la policía.

Al parecer, los camorristas adultos lo consienten mientras no entren en su terreno, al mismo tiempo que les sirve como cantera para preparar a los futuros capos. Viéndoles actuar de cerca, pero autónomamente, les van selecwriado para empresas más grandes en cuanto se hacen mayores.

El padre de Gennaro Esposito, el asesino de 15 años, es todo un capo camorrista que ha sido acusado y detenido en numerosas ocasiones. Quería que su hijo fuera todo un hombre y le había puesto ya un despacho con una placa de bronce en la puerta. Al parecer, la tragedia se produjo porque Alberto Signorelli, el muchacho asesinado detrás de una tapia de una vieja fábrica con el suelo tapizado de jerínguíllas utilizadas por los drogadictos, pretendía entrar en la banda de Esposito porque su padre, que poseía una establecimiento de automóviles usados, estaba en desgracia y necesitaba dinero.

Cadáver en el arroyo

Ante el no rotundo de la banda en la que quería entrar, llegó a desafiar en duelo a Esposito. A la cita había llegado en una Vespa con la pistola escondida debajo del jersey. Alberto se había hecho acompañar por algunos miembros de la banda, que, en previsión de lo que fatalmente ocurrió, debían ayudarle a transportar y esconder el cadáver en un arroyo.

Antonio Riboldi, obispo del lugar, declaró: "Pienso en la escuela a la que estos muchachos nunca asistieron, y en la responsabilidad por la falta de educación moral que se está sufriendo". Pupella Maggio, la actriz que tanto amaba el gran Eduardo Di Filippo, señaló con amargura: "Los niños napolitanos de Eduardo robaban pan y cebollas por una libertad que estaba hecha de nada. Hoy siento una pena tan grande en el corazón que me quedo sin respiración". Y el gran escritor napolitano Luigi Compagnone comentó: "En realidad, aquí la infancia nunca ha existido. Está condenada antes de llegar a serlo, vive en ratoneras con padres dedicados a la deliricuencia, tiene que atravesar una jungla que le lleva a la delincuencia o al cementerio".

En Italia hay unos 2.000 niños desaparecidos, 388 de ellos menores de 14 años. El Estado imprime sus fotografías en los cartones de la leche. El presidente de la república, Francesco Cossiga, ha recibido 300.000 cartas de sus familiares y amigos para que se interese por esta tragedia.

Mientras, en Puglia, la única región del Sur hasta ayer sin criminalidad maficisa, ha nacido oficialmente una nueva mafia que se llama la Sagrada Corona Unida.

El tribunal de Brindisi, tras un largo proceso, acaba de dictar 77 condenas contra personas acusadas de pertenecer a "una organízacion criminal de carácter mafioso". Los procesados eran 130, y los condenados han recibido en total varios cientos de años de cárcel, sobre todo los jefes, entre ellos Gianni De Tommasi acusado de seis homicidios.

El proceso, quie ha oficializado el nacimiento de la nueva mafia, ha durado ocho meses, con 119 sesiones y 135 testigos. La Sagrada Corona Unida fue descubierta gracias a dos arrepentidos que hansido condenados a seis años de cárcel.

Ahora son ya cuatro las regiones controladas por el poder mafioso: Sicilia, Calabria, Campanla y Puglia. Entre tanto, sobre todo la calabresa, penetran peligrosa inente en las regiones norteñas de Lombardía y Piamonte, yecincretamente en Milán y en Turín.

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