Co-ordina-ción

La actualidad electoral ha aplazado un tema no resuelto: la coordinación entre el Gobierno y el partido. Tal coordinación no la puede hacer Narcís Serra, porque no pertenece a la ejecutiva del partido, según Alfonso Guerra, quien asegura que Felipe González, que pertenece a uno y a otra, no necesita intermediarios para esa tarea, porque coordina muy bien". Serra afirma que él es un mandado y que si el presidente del Gobierno -que pertenece a la ejecutiva- le dice que le ayude en la tarea de coordinación, va y le ayuda. González quiere que Serra le ayude a coordinar, pero al mismo tiempo comprende que Guerra considere que el mejor coordinador es el presidente del Gobierno y secretario general del partido.Bueno, pues si para después de las elecciones se quiere incorporar un elemento más al galimatías de matices tipo diálogo de los hermanos Marx sobre "la parte contratante de la primera parte", habría que decir que Felipe González es el peor situado para coordinar dos entes -partido y Gobierno- que encabeza, porque en la naturaleza de las cosas está que tendría que coordinarse a sí mismo, cuando la función de coordinar consiste -María Moliner dixit- en "armonizar o arreglar diversas cosas de manera que sean compatibles y no se estorben una a la otra o al resultado que se pretende".

¿Cómo puede el presidente González, sin volverse esquizofrénico, coordinarse con el secretario general del PSOE que lleva incorporado? En cambio, si Alfonso Guerra y Carlos Solchaga, por poner un ejemplo, lograran coordinarse, esa sí que sería una coordinación sólida. En todo caso, si quienes coordinan pertenecen cada uno respectivamente a las cosas diversas a coordinar, será más auténtica la coordinación propiamente resultante de la parte contratante y así....