Agradecimiento de Amparitxu
Les agradezco la atención que su periódico ha prestado a Gabriel Celaya a lo largo de su enfermedad y, posteriomente, a su fallecimiento. También quisiera hacer alguna puntualización sobre algunos comentarios publicados en la prensa sobre Gabriel. Se ha insistido que Gabriel ha muerto en la indigencia, que era un poeta pobre. No es cierto. Los que le conocieron bien saben perfectamente que Celaya era un poeta rico, rico en amigos, rico en vivencias...Gabriel apostó, desde un primer momento, por una forma de vida que muy pocos se atreven a llevar adelante y esto supuso algunos momentos de estrecheces, pero en absoluto indigencia.
Gabriel descansa ahora como él quiso: libre, feliz, sin ataduras, sobre una pradera de nuestra tierra. ¿Cabe mayor felicidad?
Agradezco a todos los amigos la solidaridad que en estos momentos tan duros me habéis prestado.-
viuda de Gabriel Celaya.
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