Calmos, pero revoltosos
Hace seis años una bomba casera de escasa potencia logró dañar los cimientos en construcción de la nueva casa consistorial de Castrocontrigo. Un grupo de vecinos rechazaba la ubicación del Ayuntamiento elegida por el entonces alcalde Eugenio Morán, de la Unión de Campesinos Leoneses (UCL). Preferían que en el terreno comunal del pueblo hubiera un parque con columpios. "Somos tranquilos, pero a veces también revoltosos, y las cosas no se hacen por las bravas", asegura un vecino.El susto propinado por el artefacto y las continuas desapariciones de diversos materiales en la obra hicieron desistir al constructor que inició los trabajos de destierre. Un grupo de albañiles del pueblo tuvo que terminar el edificio ante la negativa de otros constructores a realizar las obras.
Falta de pruebas
El hecho no pudo esclarecerse por falta de pruebas, aunque los rumores sobre la autoría de la colocación del artefacto apuntaban a un "minoritario" grupo de vecinos, "no contentos con el lugar elegido" para el hoy flamante Ayuntamiento, que tuvo finalmente un coste de 25 millones de pesetas.
Las dos únicas carreteras locales de acceso al pueblo parten de La Bañeza, a unos 28 kilómetros, y de Puebla de Sanabria (Zamora), a 38 kilómetros. El firme de ambas, con numerosos baches, no ha conocido un arreglo desde hace años. La gente emigró en los años sesenta a Euskadi, Madrid, Cataluña y Alemania, y "sólo vuelven en verano los que vuelven", dice el alcalde, Aureliano Fernández, del PP.
Según ha anunciado la ejecutiva provincial del PSOE del León y el propio senador Daniel García, hoy se celebrará en Castrocontrigo el mitin que fue interrumpido en la noche del lunes.
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