Un tribunal kuwaití condena a varios procesados por colaborar con Irak

El primer juicio en Kuwait contra sospechosos de colaboracionismo con las tropas ocupantes iraquíes, que invadieron el país el 2 de agosto, comenzó ayer en la capital del emirato contra 20 procesados, de los que sólo 12 comparecieron ante el tribunal. Según informaciones de la agencia oficial kuwaití, Kuna, el tribunal emitió el veredicto para siete de ellos algunos de los cuales -no se precisó ni el número exacto ni las identidades de los afectados- fueron condenados a penas de entre tres años y quince años.

Las autoridades kuwaitíes no proporcionaron las identidades ni las nacionalidades -la mayor parte de la población kuwaití es de origen extranjero- de ninguna de las primeras 20 personas que fueron juzgadas para responder a las acusaciones de "colaboracionismo con las fuerzas iraquíes, robo y posesión Ilegal de armas".Mientras se celebraba el juicio, un alto responsable del ministerio de Justicia iraquí, Abdel Aziz al Dajil aseguró que 3.886 kuwaitíes siguen en paradero desconocido tres meses después del fin de la guerra del Golfo.

Sólo 12 de los acusados comparecieron: cuatro iraquíes -entre ellos una mujer-, un egipcio, dos jordanos y cinco beduinos como se denominan en Kuwait a los residentes en Kuwait sin documentación. Los otros acusados de esta primera tanda, tras haber sido liberados bajo fianza, no se presentaron ante el tribunal.

Los abogados de la defensa calificaron ante los cinco jueces -tres civiles y dos militares- como superficiales las pruebas presentadas contra sus clientes y pidieron la absolución.

Algunos de ellos -no se sabe cuántos- fueron declarados culpables y condenados a penas que oscilan entre los tres y quince años de cárcel; otros fueron absueltos. Cinco acusados quedan pendientes de la continuación del juicio la próxima semana.

El juicio coincide con una fuerte polémica interna que enfrenta a los kuwaitíes que se quedaron en el emirato durante la ocupación y que, tras haber participado en la resistencia a los iraquíes acusan a las autoridades de marginarles ante la sospecha de que "hayan sufrido la contaminación" del enemigo.

"Los Sabaj -la familia real- perdieron el país; nosotros nos quedamos. No nos fuimos a ninguna parte. Hicimos frente a la tortura y al miedo", declara Najar, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Kuwait que dirige una asociación de víctimas de la guerra. "La gente ahora exige el derecho a la palabra", añade al explicar el resentimiento de los que se quedaron contra los centenares de compatriotas que siguen regresando del exterior tras haber vivido la ocupación "en una relativa comodidad".