Maragall inaugurará los Juegos

La batalla de Barcelona se salda con un empate. El Partit dels Socialistes (PSC) no logra la mayoría absoluta (22 concejales), el objetivo que se había propuesto, pero Convergència i Unió (CiU) vuelve a perder la capital catalana. El ligero aumento en el porcentaje de votos que logran los nacionalistas podría proporcionarles un concejal más, pero sería a costa del que perdiera el Partido Popular (PP). Pasqual Maragall, por tanto, podrá inaugurar los Juegos Olímpicos de 1992.Las variaciones en el porcentaje de votos son mínimas con relación a las elecciones de 1987. El PSC no capitaliza de manera especial el hecho olímpico y siguiendo la tónica general de los socialistas experimenta un leve descenso de menos de un punto, que no va aparejado a la pérdida de concejal alguno. El ascenso de CiU no llega a un punto, a pesar de que los populares sufren una pérdida próxima al 1,5%. Iniciativa per Catalunya (IC) experimenta un ligero ascenso que le permite seguir con sus dos concejales de manera menos apurada que en 1987. Entonces, estuvo a sólo un 0,02% de quedar fuera del consistorio. Esta escasa variación del voto con respecto a las anteriores elecciones municipales confirma a Maragall como el más firme valor del socialismo catalán. Sólo el actual alcalde es capaz de mantener en la ciudad de Barcelona la cota de los 400.000 votos que el PSC alcanzó por primera vez en las legislativas de 1982, las del cambio, y no ha vuelto a repetir más que en las municipales.

A partir de aquella fecha, la cifra de votos obtenidos por los socialistas en elecciones a Cortes ha ido en descenso y hace dos años, CiU superó al PSC en la ciudad. En los comicios autonómicos, siempre han vencido los nacionalistas.

En el conjunto de Cataluña, el PSC ha corrido peor suerte que en la capital al ceder 3 puntos, que sólo en una mínima parte han ido a parar a IC. Convergència i Unió permanece estable y el gran salto lo da el Partido Popular, que por primera vez logra consolidar en unas municipales la mayor parte de los votos que obtiene en las legislativas. El CDS se hunde y Esquerra Republicana sube, pero poco.