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Escámez pide apoyo a los accionistas para lograr una fusión con el Hispano sin fisuras

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El presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, pidió ayer apoyo a los accionistas para lograr que cristalice sin fisuras la fusión con el Banco Hispano Americano. Reconoció que la entidad ha tenido que crear un fondo de 33.001) millones de pesetas para cubrir los compromisos de pensiones de sus empleados y dotar las minusvalías por la conversión a pesetas de las dotaciones en dólares en sus sucursales y filiales en el exterior. Escámez actuó de facto por primera vez como presidente del nuevo banco al opinar que el Grupo Europartners, al que pertenece el Hispano, "ya no tiene ningún sentido".

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"El personal no es un problema"

Escámez anunció oficialmente que dejará el banco definitivamente el 31 de diciembre de 1992, el plazo máximo previsto en la carta de intenciones. Durante la junta general ordinaria de accionistas que se celebró ayer en Madrid, el presidente del Banco Central dijo que la fusión, que él había perseguido en los últimos 25 años" se había logrado cerrar en una semana, al constatar las grandes complementariedades de ambos bancos".El futuro presidente del Banco Central Hispanoamericano (BCH) recalcó que la fusión no se ha acordado por presiones de nadie y que "no existe ningún riesgo en nuestros activos, que no esté provisionado". Así lo manifiesta el dictamen de los auditores y así es la realidad de la empresa". Reconoció que las fusiones anteriormente anunciadas han incidido en, la racionalización del mercado, y añadió que la creación del superbanco público debe influir en la eliminación de los coeficientes y en la equiparación con las normas europeas.

Entre las razones que le impulsaron a apoyar la unión con el Hispano, Escámez destacó que esta operación colocará al nuevo banco en posición de afrontar la competencia de los grandes europeos.

A lo largo de la junta, tanto en la exposición del presidente como durante el turno de ruegos y preguntas, se desprendía una especial satisfacción entre los asistentes por el acuerdo de fusión alcanzado, si bien Escámez eludió en su discurso entrar en detalles muy específicos, especialmente en lo que se refiere a su sucesor, el todavía presidente del Banco Hispano Americano, José María Amusátegui. Es más, durante el turno de preguntas, dos de los tres accionistas que intervinieron (número inusual en una junta de estas características) pidieron efusivamente que Escámez continuase más tiempo al frente de la futura entidad. Sólo en respuesta a estas peticiones, Alfonso Escámez reconoció que su sucesor es "una persona inteligente y activa".

Minusvalías exteriores

Para salir al paso de algunas informaciones, el presidente del Central explicó que en el pasado ejercicio se dotaron 84.908 millones de pesetas, de los que hay que descontar 30.257 millones de fondos dotados en anteriores años y que han quedado disponibles. En aplicación del Plan General de Contabilidad se han aplicado 33.000 millones que figuraban incluidos en reservas de libre disposición en un fondo genérico para cubrir las minusvalías ocasionadas por "conversión a pesetas" de los cambios históricos con que fueron dotadas las filiales y sucursales en el exterior por valor de 18.000 millones. El resto va destinado al fondo de pensiones de los trabajadores.El capital del banco se, ha situado a finales del año pasado en 53.796 millones de pesetas, las reservas también se han incrementado en un 8,4% hasta llegar a los 181.185 millones de pesetas, mientras que los fondos para provisiones se han elevado hasta 180.305 millenes de pesetas, con un aumento de 60.398 millones de pesetas. La entidad destinó a dividendos 20.742 millones de pesetas, a razón de 200 pesetas brutas por acción. El saldo de créditos morosos del Central al final de 1990 era de 49.706 millones de pesetas, el 2,56% de la inversión crediticia.

La junta de accionistas de ayer aprobó la entrada en el consejo de administración del presidente de UAP, Jean Peyrelevade, que adquirió un 3,2% del capital y del presidente de Elf Aquitalne, Loik Le Floc, que tomó un 3% del banco.

Perdón a Macosa

El presidente del Central admitió ante los accionistas que el banco perdonó a Material y Construcciones (Macosa) 1.482 millones de pesetas correspondientes a intereses devengados en los años 1987 y 1988 por créditos concedidos a la sociedad.Escámez justificó esta quita como una contribución del Central al saneamiento de la sociedad y de común acuerdo con la Dirección General de Industria. Esta es la primera vez que Escámez reconoce públicamente que el banco perdonó intereses a Macosa. Escámez añadió, sin embargo, que el banco puso como condición el retorno del principal del crédito (unos 12.000 millones) y el mantenimiento del los administradores de Macosa. El perdón de intereses originó a mediados del pasado año un sonado enfrentamiento entre el equipo ejecutivo de Macosa, presunto beneficiario de la operación, -dirigido por Eduardo Santos- y Cofir, cuando esta tomó el control de la sociedad.

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