Felipe González sugiere que será candidato a la jefatura del Gobierno hasta el año 2000

El jefe del Gobierno, Felipe González, dio ayer a entender en Valladolid que será el candidato de los socialistas al menos durante esta década, al tiempo que manifestó que aguantaba "bien el tirón" y estaba pletórico de ilusión para "seguir dando la vuelta a este país". González, consciente de la plaza que visitaba, en la que el Partido Popular concentra la mayor parte de los apoyos, pidió ayuda a todos los ciudadanos para que el PSOE pueda ganar el Gobierno de Castilla y León. Previamente, resaltó la legitimidad de los sindicatos para convocar huelgas.

El jefe del Ejecutivo celebró ayer su segundo mitin en esta campana en la plaza de toros de Valladolid, consiguiendo reunir a 10.000 personas, algo que los socialistas recalcaban nunca antes había conseguido en esa ciudad. El interés de González en reforzar la campaña de sus compañeros castellano- leoneses tiene su razón de ser en que en esta comunidad el PSOE parte como perdedor.Poco antes del mitin, González llegó a Valladolid acompañado de su esposa Carmen Romero y tuvo un diálogo con los informadores en el que no dudó en calificar de legítimo el derecho de huelga que tenían los sindicatos. No obstante dejó claro que "no se va a caer en concesiones fáciles por motivos electorales".

El jefe del Ejecutivo fue requerido para que dijera si va a ser el candidato de los socialistas para las próximas elecciones legislativas. González señaló que su continuidad como candidato a la presidencia del Gobierno dependía de dos factores: "Que el partido decida que esté, y esto es una incógnita fácilmente despejable, incluso ahora, parece que sí querrán que me presente a las elecciones. Por otro lado que los ciudadanos decidan que siga". En el mitin, fue más explícito: "Aguanto bien el tirón y lo vamos a aguantar durante toda la década de los noventa porque hay que seguir dando la vuelta a este país".

González se mostró ayer en todo momento distendido e incluso de buen humor, rehuyendo sinuosamente las preguntas conflictivas y respondiendo exactamente con lo que quería decir. Así, respecto a la futura ley de seguridad ciudadana, se limitó a señalar que con esta ley "se trata de incrementar las cotas de seguridad con escrupuloso respeto a las libertades individuales y de conseguir el equilibrio entre seguridad y el ejercicio de la libertad. Lo vamos a hacer sin complejos".

Felipe González no quiso comentar el insulto hacia los periodistas expresado por el miembro de la ejecutiva de su partido, Ludolfo Paramio, ni tampoco el de un senador socialista, que calificó de "sinvergüenzas" a los informadores. González señaló que Paramio "parece que hizo un comentario irónico en un sitio cerrado. Yo suelo tener con la prensa una actitud respetuosa pero no caigo en halagos innecesarios y supongo que en la profesión periodística habrá de todo, como en todas partes. Yo siempre trato a los medios de comunicación respetuosamente y lo único que pido es que se dé la actitud recíproca", sentenció.

Alfonso Guerra, por su parte, visitó ayer dos barrios de Sevilla en apoyo del candidato socialista a la alcaldía, Luis Yáñez. Aunque los dirigentes socialistas afirmaron que la visita de estaba prevista desde el inicio de la campaña, este acto no fue recogido en la agenda que envía el comité electoral del PSOE a los medios de comunicación. Ello alentó las sospechas de que Guerra acudía precipitadamente en apoyo de las malas perspectivas de Luis Yáñez en los sondeos del PSOE.

Por la noche, en un mitin celebrado en Cáceres, Guerra aseguró que la. central de Valdecaballeros no se abrirá mientras gobierne el PSOE.

También Narcís Serra participó ayer en la campaña, acudiendo a Santa Coloma de Gramenet, una ciudad dormitorio del cinturón de Barcelona, donde sólo reunió a unas 1.500 personas en un mitin. Serra se esforzó en identificar a los candidatos socialistas con el presidente del Gobierno afirmando que votar a Manuela de Madre, la candidata socialista a la alcaldía de la localidad, era votar a González.