Estoque de madera
La enfermería de cualquier coso es un lugar que casi todos los diestros evitan pisar antes de salir a la arena. "Eso sí, el 95% viene a que les dé el certificado de impotencia funcional del miembro superior para que se les conceda el estoque de madera (o de aluminio) en vez del de acero, que pesa cuatro o cinco kilos", comenta Máximo García Padrós, cirujano jefe del quirófano de la plaza Monumental, de Madrid. Este estoque es más liviano y más manejable.En algunas ocasiones, sin embargo, es el mozo de espadas del torero el que se pasa por la enfermería a por este certificado. "Los diestros siguen la táctica del avestruz [esconder la cabeza ante el peligro] frente a los posibles riesgos. 'Nunca pasa nada', dicen, pero por si pasa no se preocupan ni de vacunarse", reconoce este médico amante de los ruedos que simultanea el mundo del toro con su trabajo en el hospital Doce de Octubre.
"El del toreo es un ambiente muy peculiar", asegura con socarronería Máximo García Padrós. "Pero no más que otros", matiza este cirujano, que todavía recuerda con asombro un concierto del cantante Leif Garret un sofocante 15 de agosto de hace algunos años en el que la enfermería se llenó con 50 adolescentes desmayadas por el calor y la proximidad de su adorado ídolo.
Peculiar también es el propio coso, abierto para una corrida benéfica en 1931, pero inaugurado definitivamente en 1934. La Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites legales para declarar monumento nacional la plaza de toros de Las Ventas, que ya lleva el monumental en su nombre. El coso, obra de Jesús Espeliú, de estilo neomudéjar muy tardío, está realizado en ladrillo visto con azulejo cerámico sobre estructura metálica.
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