La violencia en los barrios negros amenaza el proceso negociador en Suráfrica

La ola de violencia desencadenada en los barrios negros de Suráfrica, que en las últimas 48 horas se cobró 24 nuevas vidas, amenaza con interrumpir el proceso negociador entre el movimiento antiapartheid Congreso Nacional Africano (ANC) y el Gobierno de Pretoria. Medios periodísticos daban ayer como inminente una reunión entre el presidente, Frederik de Klerk, y el dirigente del ANC, Nelson Mandela, para tratar de recomponer la situación.Más de 1.500 personas murieron, desde agosto pasado, en brutales enfrentamientos entre miembros del ANC y del grupo zulú Inkata por el control de los barrios negros de Johanesburgo. La organización de Mandela, el más importante grupo contra el sistema de discriminación racial, acusó a los policías y a sectores ultraderechistas blancos de incitar a los enfrentamientos, al ayudar a los miembros de Inkata. La policía ha negado estas acusaciones.

El pasado 5 de abril, el ANC advirtió que suspendería las negociaciones sobre el proceso de reformas en el país si el Gobierno no ponía fin a la violencia antes del jueves 9 de mayo. Pero ayer, el comité ejecutivo reconsideró esa actitud, y dejó la puerta abierta al diálogo ante los indicios de que el Gobierno busca satisfacer las peticiones de la organización.