3.000 personas, evacuadas del Museo del Prado por una falsa amenaza

Unos 3.000 visitantes del Museo del Prado fueron desalojados durante el mediodía de ayer de la pinacoteca, después de que la policía recibiera una llamada anónima de una mujer que anunciaba la colocación de una bomba, que resultó ser falsa. Un timbre de emergencia advirtió a los trabajadores del museo que, al igual que había ocurrido dos días antes, había una nueva amenaza y debían recorrer las salas avisando, "sin asustar", a los visitantes para que salieran lo antes posible.

Uno de los vigilantes de sala, que a través del boca a boca se encargó de comunicar la mala noticia, explicó: "Siempre tenemos problemas con los extranjeros, porque al principio no entienden de qué se trata. Pero como desgraciadamente estas amenazas ocurren en todo el mundo, asocian lo poco que entienden y salen en calma", recordaba el testigo del desalojo.Entre las 12.30 y la 12.45 fueron saliendo los visitantes y entrando los policías especializados en desactivación de explosivos acompañados de varios perros adiestrados. Los animales entrenados en la detección de explosivos son los únicos canes autorizados a recorrer la pinacoteca más visitada de España, ya que, en situaciones normales, tienen vetada la entrada.

Esta semana, estos canes privilegiados han recorrido las salas que albergan la mayoría de las obras maestras españolas en dos ocasiones, debido a sendas amenazas telefónicas.

Unos 400 visitantes aguardaron en los alrededores del edificio situado en el paseo del Prado hasta que, pasadas las cuatro de la tarde, la policía constató que se trataba de una falsa alarma y volvió a abrirse al público.

Exposición de Valdés

Una italiana de Milán había comentado: "Con bomba o sin bomba, yo no me voy sin ver la exposición de Valdés". La italiana, que llevaba el periódico La Repubblica en su bolso, debía regresar a su país hoy.Esta semana se ha inaugurado en la nave central del Museo del Prado una muestra antológica de 70 obras del pintor sevillano Juan de Valdés Leal (1622-1690), considerado durante mucho tiempo como el pintor de la muerte. La exposición se mantendrá hasta el 30 de junio.