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Hallado en aguas del rio Tinto el cadáver de la niña desaparecida en Huelva

El cuerpo sin vida de la niña Ana María Jerez Cano, de nueve años, que desapareció en Huelva el 16 de febrero, fue hallado a la una de la tarde de ayer en aguas de la ría del Tinto, a cuatro kilómetros de la capital onubense, por funcionarios de la Policía Judicial que realizaban un rastreo rutinario. El cadáver estaba desnudo y tenía la cabeza separada del tronco. La noticia conmocionó a una ciudad que durante más de dos meses ha vivido la angustia de los Jerez-Cano, una familia de cuatro hermanos y clase media que vive en la barriada de la Isla Chica, próxima al centro de Huelva.

La niña fue vista por última vez hace más de dos meses, exactamente 69 días. Salió de su casa el sábado 16 de febrero hacia el domicilio de su abuela, a escasas manzanas. Como no la encontró, decidió buscar a su amiga Raquel, que vive en el mismo barrio, Isla Chica, al sureste de la ciudad. A última hora de la noche, los padres de Ana María presentaban una denuncia en comisaría.El cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición, según algunos testigos. Los agentes lo arrastraron hasta la orilla más próxima, un lugar de difícil acceso. Para llegar, el juez tuvo que ser trasladado en un barco de la Agencia de Medio Ambiente y, después, en una patera. La Brigada de la Policía Judicial de Huelva venía rastreando la ría onubense desde hace un mes, según fuentes judiciales. "No puedo precisar si con anterioridad habían buscado en ese lugar", dijo un portavoz policial.

Los padres de la pequeña fallecida acudieron a la comisaría sobre las dos de la tarde. `Nos han avisado por teléfono y ha ocurrido lo peor", comentó entre sollozos la abuela de Ana María Jerez.

Llamamiento

La madre de la niña, Adoración Cano, una ATS que durante estas semanas ha asombrado por su integridad, había repetido en la misma mañana de ayer a través de los medios de comunicación su llamamiento "para que dejen en libertad a mi niña".La noticia conmocionó a los onubenses cuando se dio a través de las emisoras de radio locales. Inmediatamente un coche se echó a las calles para pedir por un megáfono a los ciudadanos que acudieran a la concentración convocada en una céntrica plaza de Huelva, como todos los viernes desde la desaparición de Ana María Jerez. "Ahora no pedimos la vuelta de la niña, porque ya se ha consumado la tragedia pero queremos que se esclarezca todo hasta el último detalle, que aparezca el culpable", comentó un portavoz de la asociación de padres de alumnos del colegio onubense Juan Luis Vives, donde Ana María estudiaba cuarto curso de EGB.

El cadáver fue trasladado hasta el depósito de cadáveres del cementerio de la Soledad, donde en la tarde de ayer se le iba a practicar una autopsia que tiene que despejar numerosas incógnitas. "Metieron el cadáver en una bolsa de plástico y era pequeñita, muy pequeñita. No hay derecho", comentó emocionado un testigo del traslado. Una bolsa apareció junto al cadáver, según una de las testigos, Soledad Castillo, vecina de la pequeña, quien ayer repetía que había repartido fotografías de Ana María por todos los pueblos de Extremadura.

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Unas mil personas, según la Policía Municipal, se manifestaron ayer ante el Gobierno Civil de Huelva para exigir justicia por la muerte de la niña.

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