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La Iglesia quiere que el Ayuntamiento le deje explotar libremente sus terrenos

Juan Antonio Carbajo

El arzobispado de Madrid-Alcalá pretende que se modifique el Plan General de Urbanismo para poder destinar sus más de 200 propiedades de la capital a algo más que a templos. Vender suelo para conseguir recursos económicos; construir centros escolares, residencias de ancianos o guarderías; promover una universidad privada, o explotar aparcamientos, son algunos de los planes que la Iglesia ha reservado para su patrimonio. Pero el planeamiento se lo impide. Los terrenos del arzobispado sólo se pueden dedicar a "uso religioso".

Un total de 207 alegaciones, casi un tercio de las setecientas que hasta ahora ha recibido la revisión del Plan General de Madrid, han sido remitidas por el arzobispado de Madrid-Alcalá. La Iglesia pretende con ellas que el documento urbanístico -que determina qué se puede construir o a qué se debe destinar cada parcela de Madrid- no encorsete su patrimonio obligando como hasta ahora a que se dedique únicamente a actividades de culto.El arzobispado, de[ que es reponsable Ángel Suquía, considera que el Plan General limita el desarrollo de las funciones de la Iglesia. La institución religiosa quiere aprovechar el proceso de revisión abierto para conseguir un documento que sea, más flexible con sus propiedades y tenga en cuenta tanto sus necesidades de financiación como la de disponer de edificios para "cumplir con la misión de educar y formar".

El arzobispado madrileño ha remitido a la Gerencia Municipal de Urbanismo tres clases de sugerencias en función del tipo de propiedad. Para las 56 parcelas que la institución religiosa ha recibido de donaciones, con la obligación, expresa de dedicarlas a culto, solicita el cambio de calificación para quede uso religioso pase a ser equipamiento alternativo (centros educativos o de asistencia social, residencias de ancianos, guarderías, etcétera).

Sobre estas propiedads pesa una cláusula de reversión en el caso de que no se dediquen al fin para el que fueron donadas durante un tiempo determinado. "Pero una vez que pase el tiempo fijado para culto necesitamos que el Plan General nos permita utilizar esos suelos para ejecuiar nuestra obra en otros aspectos", explican fuentes del arzobispado. "La Iglesia no sólo necesita equipamientos religiosos", afirman. "Nuestra función es la enseñanza y la forniación, y para ello necesitamos colegios, institutos e incluso universidades".

Autofinanciación

"Pero también requerimos medios económicos para construir esos equipamientos y poder autofinanciarnos", precisan las mismas fuentes. El arzobispado considera que puede prescindir de parte de su patrimonio para obtener recursos económicos con su venta.Por ello, la Iglesia ha solicitado al Ayuntamiento para otras 144 parcelas de su propiedad, la mayoría ocupadas por parroquias, que se sustituya la etiqueta de uso religioso por la que impere en la zona donde están enclavadas. De esta manera, el arzobipado dispondría de terrenos en los que sería posible construir y viendas, oficinas o industrias.

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"En este caso podríamos prescindir de algunas parroquias en zonas donde hay mucha densidad de iglesias y que no tienen valor arquitectónico y obtener recursos económicos del suelo ya liberado", explican.

Por último, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha recibido seis sugerencias sobre otras tantas parcelas del patrimonio eclesiástico para las que solicitan una nueva calificación. Entre éstas se encuentra una finca de 350.000 hectáreas en el norte de Madrid, actualmente calificada como de suelo protegido, en la que la Iglesia podría construir una universidad privada.

También solicitan que se califique como dotacional la parcela que ocupa el seminario de las Vistillas para que se pueda construir un aparcamiento subterráneo. La concesión del estacionamiento propiciaría recursos económicos suficientes para construir una biblioteca semipública con los fondos bibliográficos del seminario.

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