Los expertos confían en evitar que el 'Haven' sea una catástrofe para el Mediterráneo

El Haven siguió durmiendo ayer a unos 60 metros de profundidad frente a las playas de la localidad italiana de Arenzano. Las autoridades italianas calificaban de "poco probable" la posibilidad de un derrame incontrolado de las cerca de 100.000 toneladas de crudo iraní que aún almacenan sus tanques. No obstante, del sumergido casco se escapaba un hilo de petróleo que los italianos y los expertos de la Comunidad Europea desplazados a la región consideran "débil" y "poco peligroso". Unos 60 barcos trabajan en la limpieza de la mancha.

El buen tiempo ha ayudado en los últimos días a evitar la que podría ser la mayor catástrofe ecológica en la historia del Mediterráneo. Pero los especialistas prevén para los próximos días un empeoramiento de las condiciones meteorológicas. La mar gruesa podría llegar a abrir una fisura importante en el casco del Haven y también podría esparcirlas entre 10.000 y 18.000 toneladas de crudo que el petrolero soltó al mar antes de hundirse. El Haven era ayer vigilado por la telecámara submarina instalada el pasado domingo. Según ese ingenio, la fuga de petróleo era casi imperceptible. En la zona afectada por la marca negra, con un frente de 32 kilómetros y una anchura de entre 300 y 1.500 metros, -aunque, según Greenpeace, supera los 50 kilometros- cooperaban unos 60 buques, entre ellos, cuatro navíos de la Marina de guerra italiana dotados de submarinos de bolsillo.

También llegaron ayer los cuatro remolcadores de la marina francesa que zarparon la vispera de Tolón y un avión con cámaras de reconocimiento en infrarrojos que permiten estudiar la evolución de la mancha fotografiándola. Los franceses quieren estar preparados para intervenir en el momento en que la marea negra pudiera avanzar hacia sus costas.

Mancha dividida

La mancha, según fuentes de la Marina Mercante española, en contacto directo con las Italianas, está ahora partida en dos, una parte se sitúa en la costa de Savona y la otra en Capo di Nori, informa Alicia Rivera. En el cielo los satélites de la NASA se sumaban ayer a la vigilancia del petrolero y la mancha de crudo. Técnicos franceses y de la CE ordenaban en la práctica los trabajos.

Según han señalado fuentes de la capitanía marítima de Génova, en el agua deben quedar aún unas 15.000 toneladas de crudo, después de haberse recuperado unas 1.000, para le que se han utilizdo únicamente! medios mecánicos. En este sentido, el director técnico de la International Tanker Owners Pollution Federation, Joe Nichols, experto en vertidos de petróleo en el mar, dijo ayer en Turín que la utilización de bacterias para degradar el petróleo vertido no es efectiva en este tipo de accidentes. Este experto afirmó que su utilización en las costas de Alaska, en la marea negra causada por el Exxon Valdez, no fue del todo convincente. En su opinión, las bacterias sólo pueden resultar posltlvas en sitios cerrados como refinerías. La única solución para el vertido de petróleo en el mar es, según Nichols, el uso de disolventes, aunque en algunos casos es mejor que el petróleo se degrade de forma natural, informa Tasio Camiñas.

Ahora sé trata de pasar a la delicada fase de recuperar el petróleo aún guardado. A finales de esta semana podrá entrar en funcionamiento la gran plataforma móvil Ragno II y sus aparatos de profundidad.