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Crece la tensión en el sector público ante el retraso de su negociación colectiva

La negociación colectiva en las empresas públicas está paralizada y en algunos casos ni siquiera ha empezado como en el naval. Esta situación llevó a la huelga a la plantilla de Renfe y Enatcar hace unas semanas y ha movilizado durante este mes a los 4.000 trabajadores del sector de cabotaje, el personal de tierra de Iberia en Baleares (800 personas), los 1.500 empleados del Ferrocarril de la Generalitat y los 800 de Gas Madrid. A ello hay que añadir los 11.200 empleados laborales del Ministerio de Educación.

La, negociación de los convenios colectivos en el sector público está completamente paralizada e incluso lleva un retraso de dos meses en relación con la discusión laboral de las empresas privadas que, a su vez, también va retrasada en opinión de los sindicatos. Hasta el momento no se ha firmado ningún convenio nuevo en el sector público. En algunos casos, como en el sector naval, la negociación del acuerdo marco de un sector en el que trabajan unas 20.000 personas ni siquiera ha arrancado.Pero la conflictividad va en aumento y para lo que resta del mes de abril se han convocado huelgas en cinco sectores distintos. Los 11.200 trabajadores laborales del Ministerio de Educación han convocado paros, totales para los próximos días 18, 24 y 25 de abril con motivo de la negociación del cuarto convenio colectivo y conseguir un "salario digno para el personal laboral y su plena integración en la función pública". También irán a la huelga el 19 de abril los 4.000 trabajadores del sector de cabotaje. El personal de tierra de Iberia en la Comunidad Autónoma de Baleares ha decidido parar todos los fines de semana del mes de abril, mientras que las 1.500 personas que integran la plantilla de Ferrocarriles de la Generalitat no trabajarán los próximos días 15 y 19 del presente mes. A su vez los 800 trabajadores de Gas Madrid pararán los próximos días 15, 16, 17, 22, 23, 25 y 26 del mismo mes.

Mayo electoral y caliente

Los primeros focos de movilizaciones partieron de Renfe y la empresa nacional de transporte por carretera Enatcar cuando convocaron paros durante la pasada Semana Santa para protestar por la marcha de las negociaciones de sus respectivos convenios colectivos.

"Toda la conflictividad latente en la empresa pública se va a desatar en mayo, dice Agustín Moreno, secretario de acción sindical de CC OO, que explica que no hay ninguna estrategia sindical premeditada de hacer coincidir estas movilizaciones con las elecciones municipales "es la propia torpeza del Gobierno y sus gestores" los que van a hacer coincidir ambas cosas. El común denominador de estas negociaciones es la oferta de aumento salarial del 5% frente a la posición sindical que pide una subida del 9/o y cláusula de revisión a partir del 6,5%.

El retraso se debe a la cansina táctica recurrente todos los años de ganar tiempo y, enredar la negociación para no ser los primeros en firmar", explica Moreno. Para Apolinar Rodríguez, secretario de acción sindical de UGT, la negociación colectiva en la empresa pública peca de estéril porque "estamos en abril y todavía no se ha hecho nada".

El "drama" de las empresas públicas es que "los gestores prefieren sumarse a la mayoría, que firmar una acuerdo y ser observados por todos", explica Rodríguez. "Saben que con las directrices dadas por el Gobierno [ofrecer una subida del 5%] no hay forma de firmar nada", añade el ugetista. La dinámica que se plantea entonces es la de la pasividad. "Todos los gestores esperan que sean otros los que tiren la primera piedra", añade.

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