_
_
_
_

El jubilado que mató a su mujer y a su suegra estuvo 12 horas atrincherado

Àngels Piñol

La Guardia Civil consiguió a las tres de la madrugada del miércoles, reducir a Salvador Serra, el anciano de 70 años que se atrincheró durante 12 horas en su domicilio de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona) tras matar a su mujer, Assumpció Espinagosa, de 62 años, y a su suegra, Mercé Guitart, de 84. Los agentes lograron distraer la atención del homicida hablándole desde la escalera, mientras otros accedan al piso por una ventana trasera. Serra intentó disparar contra los guardias, pero éstos se abalanzaron contra él antes de que pudiera accionar la escopeta.

Serra tuvo que ser bajado a la calle por cuatro agentes que le sujetaban por los brazos y las piernas. El parricida, un agricultor jubilado de gran corpulencia, fue introducido con enormes esfuerzos en el interior de un vehículo policial. Serra fue trasladado al General de Manresa donde fue dado de alta horas después. La juez de Manresa que lleva el caso ordenó ayer que el parricida ingrese en un hospital psiquiátrico de Martorell, informa Europa Press.Los hechos ocurrieron antes de las tres de la tarde del martes cuando la familia Serra acababa de comer. En el piso se encontraban el homicida y su mujer, Assumpció Espinagosa, de 62 años; su nuera Neus; el hijo de ésta y nieto de Salvador Serra, Abel, de ocho años, y la madre de Assumpció, Mercé Guitart, de 84.

De acuerdo con el testimonio facilitado por Neus, Salvador Serra -"un hombre muy raro y maniático",, aclaró se enfureció con la broma que le gastó su nieto, a quien anunció que aquella noche no iría a cenar. Poco después, el niño se fue al colegio.

Que el niño regrese

El parricida ordenó a su mujer que telefoneara a quien hiciera falta para que el niño regresara. Según la versión de Neus, su suegra se negó a coger el teléfono y Serra, enfurecido, fue en busca de sus armas, para las que tenía licencia.Serra disparó contra su mujer y su suegra, a las cuales causó la muerte inmediata. Su nuera logró huir y y advirtió de lo ocurrido a una de las hijas del anciano quien a su vez avisó a su marido.

La pareja se dirigió rápidamente a la vivienda y cuando entraron en ella encontraron a las dos víctimas y a su padre atrincherado con las armas en el segundo piso de la vivienda. La hija de Serra intentó socorrer a su madre y a su abuela,. pero el padre disparó dos veces contra el yerno sin herirle.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La Guardia Civil intentó convencer a Serra a través de psiquiatras, psicólogos y de sus propios hijos de que se entregara. Pero todos los intentos fueron en vano. Ni siquiera unos botes de gases lacrimógenos causaron el efecto esperado.

Sobre las tres de la mañana, una de sus hijas empezó a gritarle desesperada advirtiéndole de que toda la familia, apliada en el pequeño vestíbulo de un inmueble contiguo pillaría una pulmonía por su culpa. El frío en esos momentos era ya intenso. Pero la respuesta del padre seguía siendo la misma. Minutos después unos guardias consiguieron encaramarse hasta una ventana interior, y lograron cortar un cristal y extraerlo con una ventosa.

El parricida se percató de ello y empuñó una de sus dos escopetas, pero fue reducido entre dos guardias que subieron por la escalera y los tres que entraron por la ventana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_