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Tribuna
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'Kólera'

Veo en Buenos Aires imágenes que la televisión argentina emite sobre la huida de los kurdos desde el lugar donde les aniquilan hacia un país en el que no se les quiere. A continuación aparecen en pantalla dos cosmonautas que han batido no sé que récord paseando por el espacio para arreglar no sé qué cable. El presentador, pobre hombre, no puede evitar un comentario: "Parecería que ambas noticias no corresponden al mismo mundo". Pues, mire usted, sí.A este cochino mundo pertenecen los kurdos abandonados a su desgracia, los iraquíes que heredan un país destruido y un dictador intacto, los mármoles del palacio del emir de Kuwalt, mi computadora portátil, el cólera que va a arrasar a los hambrientos de América -el virus prende mejor cuando se tienen excitados los jugos gástricos-, la inyección de colágeno que le ha ahuecado la cara al presidente Menem y el ex torturador Bussi y el cantante Palito Ortega, que compiten por el cargo de gobernador en la provincia de Tucumán, la más depauperada de Argentina.

A este cochino mundo pertenecen los 3.000 muertos de Panamá, el gordo Endara y sus relaciones con el blanqueo de dinero del narcotráfico, el moderno fax que Norlega tiene en su celda de Miami, los alemanes del Este que ya han descubierto que su futuro no se ata con salchichas de Francfort, y la alta tecnología que nos permite enterarnos de todo ello cada vez con mayor abundamiento, cada vez más deprisa, cada vez con mayor indiferencia. Precisamente, lo uno se produce por la proliferación de lo otro.

Lo que no correspondería a este cochino mundo sería ver a dos kurdos paseando por el espacio arreglando cables mientras miles de cosmonautas caen víctimas del cólera, la sangrante injusticia o simples intereses estratégicos.

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