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El cerco de Madrid

Una capital rodeada de cuarteles que en el futuro quedarán desiertos

Vicálvaro, Getafé, Leganés, Torrejón de Ardoz , Alcalá de Henares, El Pardo, Fuencarral y el barrio de Campamento alojan cuarteles que convierten Madrid en una ciudad sitiada. La política emprendida por Defensa y los convenios que suscribe con el Gobierno regional y los ayuntamientos hacen pensar en una el ciudad rodeada también en el futuro por cuarteles, pero vacíos de tropa, donde podrá haber viviendas, instituciones civiles o parques. Sin embargo, aunque muchas unidades han abandonado ya esos establecimientos, el asedio continúa.

"La ubicación de los cuarteles en torno a Madrid no obedece a razones estratégicas. Se buscaban las afueras porque era más barato el terreno, como la zona de Campamento, donde, por ese motivo, hay tantos establecimientos militares", asegura el director de la Gerencia de Infraestructura de la Defensa (Gindef), general Juan Valverde.La Gindef se creó en 1984 como consecuencia de la reorganización del Ministerio de Defensa, según la nueva política aprobada por las Cortes de integración de los tres Ejércitos y mejor aprovechamiento de recursos. "Es clave la cuestión económica. La gerencia se creó para que Defensa gestione su patrimonio a través de las enajenaciones de los cuarteles".

El general Valverde explica que las nuevas unidades necesitan más territorio que acoja a importantes poblaciones militares, por lo que la nueva política afecta especialmente a las propiedades de Defensa en las ciudades, con lo que surge la relación con los municipios que buscan el desarrollo urbanístico o la reocupación de edificios para destinos públicos.

Vender el resto

En lo que respecta a Madrid, la gerencia ha suscrito diversos acuerdos con diferentes ayuntamientos y con el Gobierno regional que han vaciado de tropa muchos cuarteles vendidos o cedidos mediante contraprestación a esas instituciones locales.

"La tendencia actual es sacar los cuarteles de la ciudad y llevarlos al campo para conservar en Madrid únicamente los edificios militares que son de interés para la defensa y vender el resto", explica este general.

Por ese procedimiento han salido de la Comunidad de Madrid numerosas unidades, aunque la capital permanece rodeada por la misma docena de enclaves militares que la cercan desde hace años.

Vicálvaro ha perdido parte de SU cuartel; Alcalá de Henares recobra su carácter más universitario que militar y sólo conserva en la actualidad la Brigada Paracaidista y la Comandancia Militar; en la zona de Leganés y Getafe queda la base aérea; en Aranjuez se mantiene un grupo de las Fuerzas Aéreas; en San Sebastián de los Reyes continúa en funcionamiento la estación de radio del Estado Mayor de la Armada. Los dos cuarteles de Fuencarral y los cuatro que existen en la localidad de El Pardo parecen llamados a continuar en sus puestos por el momento.

El general Juan Valverde comenta que el modelo de instituciones que permanecerán son del tipo de la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares, aunque precisa que hay algunos enclaves militares que difícilmente desaparecerán, como las unidades establecidas en Cuatro Vientos, un total de 22 en la actualidad, o el grupo aéreo del .aeropuerto de Barajas.

Con todo, la zona de Madrid donde más población militar existe es la de Campamento. La carretera de Extremadura es un auténtico paseo militar, donde se concentran 12 cuarteles.

Sin embargo, según el director de la Gerencia de Infraestructura de la Defensa, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad elaboran en la actualidad un estudio sobre esos cuarteles, y "hay muchos que tienen que salir de donde están".

Quizá entonces habrá que buscar otro nombre para el barrio.

Como hace un siglo

Algunos de los cuarteles que han cambiado sus propietarios militares por otros civiles constituyeron en otro tiempo patrimonio de la Iglesia. Ángel Fernández de los Ríos explica en su Guía de Madrid, aparecida en 1876, que la desamortización civil y eclesiástica, acordada en 1854 por las Cortes, permitió la instalación de nuevos cuarteles, pues pocos años antes de esa fecha sólo existían tres edificios expresamente construidos para albergar militares.Uno de esos nuevos cuarteles fue el de la Montaña, con el que ocurrió, hace ya más de un siglo, lo mismo que sucede ahora con algunos establecimientos militares. Según la Guía, "hubo el propósito de que el cuartel de la Montaña, aislado en una altura de la montaña del Príncipe Pío, que domina parte de Madrid, constituyera una especie de ciudadela. Pero la apertura de la calle de Ferraz, el derribo de las tapias que cercaban la finca y la barriada de aquella posición sus antiguas condiciones, sino que, en vez de dominar, empieza a verse dominada por las calles que van a rodearla y por las manzanas de casas que se levantarán pronto en el terreno de la Moncloa".

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