Serra aboga por un partido socialista que no tenga intención hegemónica ni de control
El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, expuso ayer en Barcelona su concepción de cómo deben ser las relaciones entre el Gobierno, el partido socialista y la sociedad, en el primer acto público de partido en el que participaba desde que sustituyó a Alfonso Guerra como número dos del Gobierno. "El partido debe ser", dijo, "elemento innovador, motor de las transformaciones e impulsor del Gobierno, instrumento de diálogo con la sociedad, sin ninguna intención hegemónica o de control". Al tiempo que debe tener "mucha marcha", añadió, "el partido socialista ha de ser capaz de dialogar y llegar a acuerdos con los otros partidos".
Serra, pronunció este discurso en la presentación de las candidaturas municipales de los socialistas catalanes, a la que asistían también los ministros de Obras Públicas y Transportes y de Cultura, José Borrell y Jordi Solé Tura, respectivamente; el secretario de Estado de Hacienda, Antoni Zabalza; el presidente del grupo parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, y la mano derecha de Serra, Lluís Reverter.La exposición de Serra fue realizada en clave de presente y de futuro, sin referencias explícitas al sistema de relaciones Gobierno-PSOE vigente desde 1982 hasta la dimisión de Guerra, en enero. Sólo una frase -"el partido no debe tener intención hegemónica y de control"- parecía apuntar otras intenciones, pero dejó claro que se. refería a la relación del partido con la sociedad al proseguir inmediatamente: "'Queremos estar en la sociedad porque queremos sentir los problemas de la manera que los siente la sociedad". Serra se refirió a la situación actual como fruto de un proceso de renovación política iniciado para los socialistas catalanes con su congreso de Gerona, y continuado en el congreso federal del PSOE y con la crisis de Gobierno
Martín Toval
En su habitual tono desdramatizador y coloquial, Serra se refirió también a la función de los catalanes en el Gobierno replicando más a los resquemores de los nacionalistas catalanes que a las reacciones que esta presencia ha provocado en Andalucía. "Los socialistas somos la única opción capaz de aplicar el programa de progreso que necesita España. Y para que las cosas vayan bien en Cataluña, los catalanes necesitamos que vayan bien en España. Por eso, los que estamos trabajando allí [en el Gobierno] para el progreso de España, estamos sirviendo también a Cataluña".
Quienes mostraron su satisfacción por la participación de catalanes en el Gobierno fueron el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el primer secretario del PSC, Raimon Obiols. El alcalde provocó los aplausos de los más de 5.000 asistentes al acto, que se celebraba en el palacio de deportes de Montjuïc, haciendo que los socialistas catalanes que desempeñan cargos en Madrid saludaran a la militancia. De estos aplausos, el pedido para Martín Toval tuvo la especial significación de cerrar las heridas abiertas cuando éste acogió el nombramiento de Serra con un irónico "es un buen pianista".
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