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La Comisión Europea encausa a España y otros ocho países comunitarios por el monopolio del sector eléctrico

La Comisión Europea decidió ayer abrir un procedimiento de infracción contra nueve países de la CE (España, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Holanda, Portugal y Reino Unido) por los monopolios nacionales existentes en lo que se refiere a las importaciones y exportaciones de electricidad. Un proceso paralelo en lo que se refiere al gas afecta a tres países: Bélgica, Dinamarca y Francia.La causa iniciada contra las legislaciones nacionales existentes, que impiden la conexión y el acceso a otras redes es sólo un primer paso. La Comisión Europea atacará antes de fin de año las restricciones nacionales a la distribución y comercialización. Los sectores de la electricidad y el gas -España carece aún de conexión internacional por gasoducto- constituyen mercados cautivos, incluso dentro del territorio nacional en algunos países, como es el caso de España.

El procedimiento entablado ayer será "como el puente de una carretera" para crear un mercado comunitario de la energía, afirmaron fuentes comunitarias. Las reservas nacionales en importaciones y exportaciones impiden que exista "un acceso común" a las grandes redes de distribución.

La base jurídica para este procedimiento es el artículo 37 del Tratado de Roma, que exige alos diversos Estados miembros adaptar sus monopolios para que no haya discriminación en la oferta de bienes y servicios.

El proceso desembocará en el Tribunal de la Comunidad Europea si en los próximos meses no se produce un acuerdo entre la Comisión y los diversos Estados afectados.

El segundo procedimiento de infracción que será lanzado contra los límites nacionales a la distribución tendrá mucha más envergadura, si el proyecto de la Comisión triunfa. Una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la CE ha sentado el principio de que la Comunidad puede actuar en base al interés comunitario, de acuerdo al artículo 90 del Tratado. Todavía no se sabe si ésta será la norma apelada.

Sin embargo, fuentes de la Comisión admitieron que en caso de que triunfen sus tesis se planteará "un problema muy complicado".

Un mercado único de la energía eléctrica en Europa plantea dificultades de capacidad de abastecimiento para las empresas que oferten tarifas más baratas y conlleva también obstáculos técnicos a la distribución y el suministro. "Nadie en Europa aceptaría quedarse sin energía eléctrica por el hecho de que la demanda desvíe brutalmente el suministro hacia otra zona en un momento dado", afirma un experto.

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