La OTAN y la CE rechazan la posibilidad de que ingrese Checoslovaquia

El ingreso de Checoslovaquia en la CE y la OTAN no es posible a corto y medio plazo. El presidente checo, Vaclav Havel, recibió ayer en Bruselas esta negativa, envuelta en promesas de estrechar la cooperación, pero con un límite a las aspiraciones integradoras de los checos. La Alianza Atlántica, para no aislar a la URSS, rechaza incluso la posibilidad de ofrecer garantías de seguridad a los países del Este, que se han quedado en tierra de nadie una vez decidido el desmantelamiento de la estructura militar del Pacto de Varsovia."Nuestro objetivo final es hacernos miembros de pleno derecho de la CE, y nuestra fecha tope es el año 2000, aunque si puede ser antes, mejor", manifestó Havel en su intervención ante eurodiputados del Parlamento Europeo. "No queremos permanecer en ningún limbo político, económico y de seguridad; no queremos ser una tierra de nadie instalada en el caos", añadió.

Havel fue recibido ayer por el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. La CE ha iniciado ya con Checoslovaquia, Polonia y Hungría las negociaciones para los futuros acuerdos de asociación ("el primer paso"), que está previsto concluir antes de un año. La CE ofrece ventajas comerciales, desarrollar la cooperación en todos los ámbitos y establecer una coordinación política en temas internacionales. Checoslovaquia es también una de las beneficiarias, a través de la Operación Faro, de la ayuda proporcionada por la CE y el resto de países que forman el Grupo de los 24.

En lo que respecta a la Alianza Atlántica, el objetivo es cooperar. Checoslovaquia, dijo Havel, "no quiere otro Pacto de Varsovia: por fin hemos conseguido liquidarlo y no queremos sustituirlo". El eje de la política exterior checoslovaca es "la integración en Europa, pero eso no significa que queramos debilitar las relaciones con Estados Unidos o aislar a la Unión Soviética, que está ahora en un proceso penoso".

Entrevista con Wörner

La entrevista con el secretario general de la OTAN, Manfred Wórner, se celebrará hoy, pero los aliados tienen ya decidida su postura. La pasada semana, el Comité Político Superior de la Alianza concretó el mensaje a transmitir al presidente de Checoslovaquia. La posición fue refrendada por un Consejo Atlántico especial celebrado el pasado viernes.

En sustancia, la respuesta se reduce a un de ingreso, nada. Tanto Checoslovaquia como Polonia, Hungría, Bulgaria y Rumania han expresado su deseo de estrechar vínculos con la OTAN. Los tres primeros de los países citados han ofrecido la fórmula de un acuerdo de asociación en la perspectiva de una integración plena a corto plazo. Esta posibilidad no está prevista en el Tratado del Atlántico Norte.

"Ni siquiera los más partidarios de la política de la mano tendida aprobada en la cumbre de Londres [el 6 de julio pasado] quieren confundir esto con una pertenencia a la OTAN o garantías de seguridad a los países del Este", declaró una fuente de la Alianza Atlántica en referencia a norteamericanos y británicos, que no han cuestionado el consenso de los aliados.