Aznar acusará a Felipe González de estar agotado en su proyecto y en sus ideas

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, hará una crítica radical y sin paliativos al presidente del Gobierno, Felipe González, tanto por su acción en el Ejecutivo como por el modo en el que ha resuelto la crisis, reprochándole la falta de proyecto nuevo y achacándolo a un agotamiento del propio presidente y de las ideas que representa. Así lo expresará Aznar mañana en el debate sobre el estado de la nación, en el que, además de pedir explicaciones por la dimisión de Alfonso Guerra de la vicepresidencia, presentará un programa legislativo alternativo aderezado con un retrato del estado de este país, rotundamente catastrófico.

Colaboradores de José María Aznar aseguran que desde hace una semana trabajan con su presidente en la elaboración de lo que será la estrategia que expondrá mañana en el debate sobre el estado de la nación, con la certidumbre de que en estos momentos el Partido Popular debe dar una imagen de oposición sin paliativos, una vez pasada la etapa de apoyo al Gobierno en torno a la participación de España en la guerra del golfo Pérsico.A dos meses de las elecciones municipales y autonómicas, José María Aznar quiere presentarse como alternativa al actual Gobierno, y por ello descargará sobre González reproches en todos los campos, que afectarán al propio presidente, de quien dirá que ha demostrado haberse quedado sin ideas. La composición del Gobierno, a juicio de Aznar, da muestras de esta acusación al estimar que no hay personas nuevas.

Aznar también hará alusiones a la situación interna del socialismo español para aseverar que la crisis en ese ámbito no ha hecho nada más que empezar. En la dirección del PP se afirma que hasta ahora "el Gobierno lo nombraba Felipe González y Guerra, y ahora ya ha tenido que escuchar otras voces". En este capítulo aprovechará para pedir explicaciones sobre la salida del Gobierno de Alfonso Guerra.

Única concesión

La única concesión que hará el presidente del PP será la de ofrecer a su partido para practicar una política de consenso en la lucha contra el terrorismo en política internacional y de defensa, así como en el proceso de adaptación de España a Europa de cara a 1993.

Los colaboradores de Aznar aseguran que en el capítulo del estado de la nación serán "descarnados", pasando revista a todos los sectores para concluir que la gestión ha sido ineficaz. Así, Aznar aprovechará para presentar una alternativa legislativa de su partido expuesta en una veintena de resoluciones.

Seguridad ciudadana, política de defensa, política exterior y reformas en Radiotelevisión Española serán algunos de los grandes apartados de la propuesta, sin olvidar un pacto autonómico en el que se pedirá la remisión a las Cortes de los estatutos de Ceuta y Melilla.

Aznar pedirá una ley sobre la reforma del servicio militar, la remisión a las Cortes del proyecto de ley de secretos oficiales y la penalización del consumo de drogas en la vía y locales públicos. Asimismo, pedirán "la creación de comisarías de barrio que eviten duplicidades de servicios entre los distintos cuerpos policiales, así como una mayor presencia policial en la calle". Los populares quieren que de inmediato el Gobierno convoque un debate sobre política española "de seguridad y defensa".