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El presidente ha agradecido su labor a los destituidos

El presidente del Gobierno, Felipe González, después de cuatro años, ha tenido que afrontar la tarea que, según especie extendida, le resulta más dura: agradecer los servicios prestados y comunicar a compañeros que su tarea en el Gobierno ha terminado. Esto es lo que ha estado haciendo entre el viernes y ayer, domingo. Un ministro expresaba con humor que "lo peor de ser ministro es dejar de serlo".Los todavía titulares de Agricultura, Transportes, Administraciones Públicas, Justicia y Cultura han pasado por este trance sin que de sus bocas haya salido una palabra de reproche, sino todo lo contrario: agradecimiento por haber tenido la oportunidad de trabajar en estos años junto a González. La ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández -cuya continuidad se da por segura-, al contar cómo había sido la despedida colectiva del pasado viernes, con énfasis en las manifestaciones de González respecto a lo cómodo y gratificante que había sido trabajar con todos y cada uno de ellos, se reprochó a sí misma y al resto de sus compañeros no haberle dicho al presidente lo que pensaban: "Somos unos sosos, le deberíamos haber dicho que trabajar con él es una maravilla".

Los destituidos Carlos Romero, José Barrionuevo, Joaquín Almunia, Javier Sáenz Cosculluela, Enrique Múgica y Jorge Semprún, a quienes González ha dedicado al despedirles palabras de elogio, han optado por hacerse a la idea de que a partir de hoy tienen que despojarse de la impronta que supone ser ministro.

Comunicación al Rey

La corta tradición en estos menesteres indica, según testimonio no de estos ministros, sino de sus antecesores, que el jefe del Ejecutivo nunca ha dado las razones que le llevan a prescindir de un ministro, sino que siempre alude al socorrido argumento de que "empieza una nueva etapa".A tenor de como iban ayer las consultas del presidente del Gobierno, fuentes oficiales indicaron que Felipe González estaría en disposición de comunicar al rey Juan Carlos mañana, martes, la nueva composición de su Gobierno, de manera que los nombramientos aparecieran en el Boletín Oficial del Estado del miércoles 13 de marzo.

El ritual se completaría, ya en el ámbito del partido, con la convocatoria por el secretario general del PSOE, Felipe González, de la Comisión Ejecutiva Federal el mismo martes, a cuyos miembros informaría de los cambios. En ese acto estaría el vicesecretario general, Alfonso Guerra, que hoy vuelve de Australia.

Todos los miembros de la comisión ejecutiva estaban avisados desde el viernes de que este órgano de dirección socialista seria convocado al comienzo de la semana.

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