_
_
_
_
MUNDIAL DE ATLETISMO EN PISTA CUBIERTA

Ben Johnson regresa hoy a la gran competición obsesionado por su falta de potencia

Santiago Segurola

El velocista canadiense Ben Johnson defiende hoy por vez primera el pabellón de su país tras su retorno a las pistas. Dos años y medio después del célebre escándalo de Seúl, Johnson competirá en Ia carrera de 60 metros lisos en los Mundiales de Pista Cubierta de Sevilla, que se abren con una sensación de fastidio entre los organizadores. Las prisas no han podido con la borrasca. El barro aparece en los accesos al recinto, e incluso se han apreciado goteras en la sala de prensa. Ajeno a todo esto, Johnson confirmó sus dificultades para recuperar su vieja potencia en las salidas, y anunció su retirada tras Barcelona 92.

Más información
España acude con media docena de atletas de garantía
La nueva Alemania se presenta en sociedad
Cuidado con las borrascas

Johnson presidió ayer una rueda de prensa que se desarrolló de forma caótica y confirmó su condición de estrella indiscutible de estos Mundiales. Acompañado por su abogado, Ed Futerman, el atleta canadiense estuvo obsesionado por el problema que le causan las salidas, su imagen de marca en otros tiempos. Más delgado, correcto, aunque poco comunicativo, Johnson reconoció que le resulta difícil encontrar por medios naturales lo que antes conseguía en los anabolizantes. En este sentido, desestimó casi totalmente el duelo en Sevilla con Carl Lewis. "Es un problema de preparación, no de dinero", declaró.El atleta canadiense confesó que los resultados han sido satifactorios, pero no apabullanes. "Estoy contento con mi velocidad, pero tengo dificultades para despegar con energía de los tacos. Todo mi trabajo a partir de ahora estará dedicado a mejorar este aspecto". En sus mejores años, la salida de Johnson marcó la diferencia. Su fortaleza le permitía descargar una potencia descomunal en esta parte de la carrera y ganar unos metros insalvables para sus adversarios.

Buenas condiciones

Pese a su preocupación por la falta de una respuesta eficaz en la parte inicial de la carrera, declaró que está en condiciones de ganar hoy la carrera de 60 metros en Sevilla. "Si salgo como debo hacerlo, puedo ganar la prueba. No creo que sea significativo el registro de Linford Christie [6.58 contra 6.55 de Johnson]. Cualquiera puede vencer, tanto él como yo, o André Cason".Johnson señaló que este Mundial tiene una gran trascendencia para evaluar su preparación: "Serán tres carreras en un día, frente a atletas de gran prestigio. Las conclusiones que saque serán fundamentales". Su trabajo en los entrenamientos ha estado dedicado a invertir la potencia en velocidad. Sin anabolizantes, no puede realizar el mismo trabajo intensivo en los entrenamientos y se ve en la obligación de variar su estrategia como velocista. "He perdido confianza en mi potencia sobre la pista. Todo esto me causa dificultades en mi técnica de salida. Tengo que compensar este defecto con una mayor preocupación por la velocidad", indicó.

El retorno a las pistas era obligatorio, aclaró Johnson, y se refirió a este asunto en términos personales y emotivos más que mercantiles. "Hubiera sido una vergüenza no regresar, tanto por mí, como por mi familia y mi, país. Sé que las dificultades serán grandes, pero confío en mis posibilidades". Con relación al clima que ha encontrado en su regreso, dijo que todo el mundillo atlético le había recibido con afecto.

Su participación en Sevilla cuenta con otro aspecto muy importante para su personalidad: la capacidad de despertar su apetio competivo. Siempre voraz en las grandes competiciones, Ben Johnson reconoció que los Mundiales de Pista Cubierta pueden empezar a cubrir esta faceta psicológica, un tanto dormida después de 27 meses de ausencia de las pistas: "Siempre me he sentido mejor cuando la presión era más fuerte. Por eso creo que en Sevilla puedo reencontrarme con este aspecto emocional".

Johnson ha mejorado sus marcas progresivamente desde su regreso a las pistas en la ciudad canadiense de Hamilton el 11 de enero pasado. Las cábalas sobre su futuro son incesantes, e incluso él mismo anunció ayer que piensa retirarse tras los Juegos de 1992. Su calidad está demostrada por esa constante mejora de sus registros, después de dos años de inactividad, alejado de las competiciones y sometido a un régimen de entrenamientos que no observa el consumo de anabolizantes. Ahora mismo, cuenta con un mejor tiempo de 6.58, el séptimo del año en el mundo, logrado el domingo en Sindelfingen (Alemania).

El problema para Johnson es el recuerdo de proezas anteriores. Este intento por conseguir aquellos registros imposibles es el que presiona al velocista canadiense. No le vale la abierta probabilidad de conseguir hoy la victoria o una medalla. Cualquiera de estos resultados figuran al alcance de un gran velocista, pero a Johnson se le pide retornar como un superhombre.

Las dudas sobre la reedificaión del viejo Johnson parecen alcanzar a sus patrocinadores. En Sevilla acaba de firmar un nuevo contrato con la firma italiana Diadora, especializada en prendas deportivas. Esta marca fue la única que mantuvo su contrato en vigor con el atleta después de que Johnson diera positivo en el control antidroga de Seúl. Aquel contrato multianual le garantiza alrededor de 100 millones de pesetas al año. Ahora, el contrato no tiene un fijo. Johnson cobrará por un sistema de bonos, según os resultados en las grandes competiciones. De esta manera, también los patrocinadores aprietan al velocista canadiense. Ganar a Leroy Burrell, e incluso Carl Lewis, exigirá de Johnson tiempos espectaculares; es decir, la captura de su viejo estado como caníbal de la velocidad.

Sobre Burrell dijo que no le había sorprendido el récord mundial de 60 metros que logró en Madrid. Sin embargo, dio a entender que el registro del estadounidense -6.48- es bueno, pero no espectacular: "Creo que en la final rondaremos los 6.50 segundos, y si las cosas van bien es posible que bajemos de 6.48".

Johnson afirmó que ha pasado nueve controles sin previo aviso durante la temporada de entrenamientos. También dijo que había pasado las pruebas antidroga en cada una de las carreras que había disputado desde su regreso a las pistas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_