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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Por qué no se enteran?

Resulta que en esta localidad donde yo vivo tarribién existe el problema de las drogas, y muy grave, por cierto, como en casi todas las localidades de la provincia de Madrid, Pero en esas otras localidades los vecinos y las autoridades levantan la voz para protestar contra tal agresión y hacen lo que pueden para que los camellos desaparezcan de las zonas donde los niños juegan y las personas mayores toman el sol, con el consiguiente peligro que existe para ellos.Bueno, pues aquí no. Aquí, en San Fernando de Henares, nadie dice nada. Yo vivo en una plaza en el centro del pueblo, que es el punto de reunión de camellos y, por supuesto, de los que van a abastecerse, que de paso lo hacen allí mismo (el pincharse, se entiende).

Las jeringuillas se ven por todas partes y el tráfico no puede ser más claro. Los vecinos, con sólo asomarnos al balcón podemos ver cómo compran, cómo venden, cómo se pinchan, quiénes son los que lo venden y quiénes los que compran, dónde lo esconden y también cómo se chulean de la Guardia Civil y de la Policía Municipal las pocas veces que vienen a dar una vuelta, y siempre cuando son llamados por algún vecino harto de ver a los camellos cómo trafican y contabilizando algunas veces hasta 70 drogadictos que vienen por su dosis. Nunca los pillan cuando viene la Guardia Civil.

A mí lo que más me llama la atención es que no se entere ni la Guardia Civil, que está a 50 metros, ni la Policía Municipal, que está a 30 metros, ni el Ayuntamiento, que está a 10 metros. Vamos, que todos los organismos municipales están tan cerca de ellos que si no los ven es porque no quieren verlos.

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Y no sólo eso, sino que en la misma plaza hay un bar en el que el mismo dueño es drogadicto, y que también es un punto de venta de droga. Porque cuando no vienen los camellos se reúnen en ese bar, y ahí es donde se abastecen. Y además surgen peleas entre los que vienen de fuera y los del bar. Y todo eso, sólo a unos metros de las autoridades.-

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