Dos acusadores piden que se investigue a tres policías, testigos en un juicio por torturas

Las acusaciones en nombre de la familia de Manuel Rafael Gómez -el joven presuntamente torturado en abril de 1985 en la comisaría de Parla- y de la Asociación contra la Tortura pedirán que se investigue a tres policías, testigos ayer en la Audiencia de Madrid. Uno de ellos, Agustín Moreno Payard, comisario jefe de Parla, declaró en el juicio que en su comisaría sus subordinados no torturan. "Yo confío en mi gente, y ellos en mí", afirmó.

En la tercera jornada del juicio contra los inspectores de policía José García González y Manuel García Mancha Arévalo -acusados por el fiscal, la acusación particular y la popular de infligir torturas a Manuel Rafael Gómez, Willy- prestaron testimonio cinco policías y el sacerdote Enrique de Castro, que se dedica a la reeducación de jóvenes procedentes del mundo de la delincuencia y de la droga. De Castro confirmó que tras pasar por la comisaría de Parla poco después de la muerte de un policía, Willy otros detenidos aseguraron haber sido objeto de malos tratos y dio cuenta de las gestiones que realizó ante diversas autoridades y el Defensor del Pueblo.El testimonio de los policías no arrojó luz sobre los hechos que se juzgan, pero sí aportó datos sobre el trabajo en las comisarías y, en concreto, en la de Parla. Los letrados acusadores, Jaime Sanz de Bremond y Fernando Salas, anunciaron que pedirán a la sala que se deduzca testimonio para investigar a Moreno, comisario jefe de Parla; Ángel Vejerano, instructor de las diligencias realizadas en la segunda detención de Willy, y Pedro Luis Martín Reviriego, secretario de las mismas.

El comisario Moreno escuchó la declaración que prestó poco después de ocurridos los hechos, en la que afirmó que se ordenó detener a Willy "por sospechoso" y "en relación con la muerte de un policía", así como que se le preguntó al detenido, entre otras cosas, "qué hacía" cerca del domicilio del principal sospechoso, si bien, por la brevedad de este diálogo, no fue necesaria la presencia de abogado. A preguntas de los acusadores, negó que se tratara de un interrogatorio, ya que no estaba presente un letrado. Negó asimismo que en su comisaría se produjeran malos tratos, "porque", dijo, "yo confío en mi gente, y ellos en mí".

Autoinvestigación

Sobre el hecho de que los acusados de torturas participaran en las diligencias policiales contra ellos, Sanz de Bremond le preguntó si "es práctica habitual que los mismos funcionarios denunciados se investiguen a sí mismos". El comisario Moreno contesto que "sí, al no haber malos tratos". Para garantizar que no pudo haberlos, insistió en la confianza mutua que existe entre él y los policías a sus órdenes. Levantó la voz y el presidente de la sala, José Manuel Maza, le advirtió que no gritara.Vejerano, instructor de unas de las diligencias practicadas con Willy, no supo decir en qué consistieron ni por qué se le dejó en libertad. Martín Reviriego, secretario de tales diligencias, que firmó como tal sin estar presente en las mismas, dijo que tenía "plena confianza en los compañeros de la brigada" y que todo fue "un montaje de prensa".