Isabel Allende

Se encontraba junto a su padre en el palacio de la Moneda horas antes del 11 de septiembre de 1973, fecha en que las Fuerzas Armadas, a las órdenes del general Augusto Pinochet, atentaron contra el presidente constitucional, Salvador Allende. "Mi padre sabía que tenía un compromiso que cumplir. Era consciente de que en pocas horas iban a bombardear el palacio, y a pesar de la oferta que recibió para salir, se negó por lealtad al pueblo chileno", comenta Isabel Allende, que desde entonces preside la fundación que lleva el nombre de su padre.Mantener viva la memoria de su padre es el objetivo de esta socióloga de 46 años de edad, separada y con dos hijos, que ayer mostró su alegría por el informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación sobre los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas durante la dictadura, y que fue dado a conocer el pasado lunes por el presidente de Chile, el democristiano Patricio Aylwin. "El Gobierno chileno ha cumplido su promesa, y después de 10 meses recorriendo el país y de escuchar más de 3.000 testimonios podemos conocer la verdad", comentó emocionada esta mujer durante su visita, ayer, a la plaza de Valencia que lleva el nombre de su padre.

La vicepresidenta del Partido Socialista Chileno, del sector radical de Clodomiro Almeyda, y fundadora de la Unidad Popular, expresó su absoluta confianza en la democracia y en la verdad. "Éste es el primer paso hacia la verdad, con o sin amenazas", comentó refiriéndose a las intimidaciones del todavía comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Augusto Pinochet. El segundo paso, según Allende, reside en la actuación de las propias familias afectadas. "Ahora las familias deben acudir a la justicia", añadió, mientras no dejaba de atender a. los ciudadanos valencianos que se le acercaron para saludarla.

Una mujer se le acercó a pedirle un autógrafo con un libro de su prima Isabel. Ella, sonriente, le dijo: "Se ha confundido". Pero ante la insistencia de la mujer, la hija del ex presidente chileno fiÍrmó como "Isabel, la otra".

"El momento actual que está viviendo Chile resulta extraordinariamente importante, porque las condiciones de fondo han cambiado. Es un año en el que se ha consolidado la transición democrática y en el que se están ofreciendo respuestas a los cinco millones de pobres que existen en mi país. Ha llegado la madurez gracias a la paciencia del pueblo chileno, y el informe presentado por Aylwin resulta una buena prueba de ello", comentó.