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A viva voz

200 analfabetos gitanos reciben clases para preparar el examen oral de conducir

Unos 200 jóvenes gitanos analfabetos acuden desde octubre a clases gratuitas para sacar el carné de conducir subvencionadas por el Instituto Nacional de Empleo (Inem). En estos cursos, que se imparten desde hace cuatro años, no son necesarios ni lápices ni cuestionarios. El examen teórico se prepara y se aprueba de viva voz. El práctico es pan comido para la mayoría de los alumnos, que llevan años conduciendo sin carné.

Los cursos se desarrollan en la Casa Gitana de Oficios de Vallecas, en Chamartín y Aranjuez, y en el Centro Cultural Blasco Ibañez de Carabanchel, a través de acuerdos entre dos asociaciones gitanas de Madrid, el Inem y la Dirección General de Tráfico (DGT).Algunos de los alumnos de estas clases de autoescuela llegan al aula en coche. "Yo llevo conduciendo desde hace cinco años y aprobé el examen teórico el 25 de febrero. Lo peor, los nervios del momento", asegura Martín Iglesias, un joven gitano de la vía Carpetana. Eugenio, de Caño Roto, conduce sin carné desde hace la friolera de 12 años. "Como no sé leer y no me sobra el dinero", alega, "no podía examinarme en una autoescuela". José Luis, de Torrejón, tiene 19 años y lleva dos conduciendo "sin papeles". "Sin coche, ya me dirás como voy a vender a los mercadillos", se justifica.

"Los tradicionales carros han sido sustituidos por los coches, y ahora los niños gitanos conducen desde los 12 y los 16 años para ayudar a la familia en la venta ambulante", asegura Antonio Romero Vargas, presidente de la Asociación de Gitanos Extremeños. Esta asociación y otra denominada Integración Gitana son las organizadoras de los cursos. El Inem subvenciona, a través de los fondos del Plan de Formación e Inserción Profesional, el coste de las 280 horas de curso. Este organismo otorga además una beca de 550 pesetas por día para los menores de 25 años y del 75% del salario mínimo interprofesional para los mayores de 25.

Los 'jundunares'

- "A ver, Florentino, ¿para qué sirve el carril de aceleración de una autopista?".- "¿Podría explicármelo, mi monitor?", solicita Florentino, no muy seguro del significado del término aceleración.

- "¿Cuando tu entras a la autopista vas aumentando o disminuyendo la velocidad?", simplifica el monitor, el joven gitano Jerónimo Romero, que hace de intérprete entre los alumnos y el profesor de la autoescuela. Con esta pista ya queda más claro el sentido de la pregunta.

"Los gitanos que acuden a estos cursos no saben leer ni escribir y algunos encuentran serias dificultades en entender los tecnicismos o el mismo lenguaje del profesor", dice el monitor para explicar su función.

Para recordar conceptos se emplean modismos cercanos al mundo gitano. "Por ejemplo, para que asocien el color verde con las señales de delimitación comarcal les menciono a los jundunares -la Guardia Civil, en argot gitano-, que van vestidos de verde y nos hacían trasladarnos de una comarca a otra", añade. Términos como dirección propia y coincidente, visibilidad reducida, rampa y pendiente o zona de incertidumbre son algunos de los principales escollos que encuentran los alumnos.

En estos cuatro años más de 700 gitanos han obtenido el carné de conducir por medio de un examen teórico oral. De ellos, sólo 50 eran mujeres. "En este curso había dos o tres interesadas, pero no era plan meterlas entre tanto hombre", asegura Romero. "Además, otros años, las que sacaban el carné luego no se atrevían a conducir", agrega.

La DGT exige para aprobar unos rudimentos básicos de lectura y escritura, por eso las dos horas de clases de carné de conducir se complementan con otra de alfabetización.

El pasado 25 de febrero 14 alumnos de Carabanchel se presentaron a la prueba teórica. Dos días después, 11 lograban el aprobado. Aún quedan otros 100 en Carabanchel y Vallecas, enfrentándose a los conceptos. "A ver si el payo [el examinador] se porta" es el pensamiento más generalizado antes del examen.

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