La juez practica 47 pruebas pendientes en el 'caso Brouard'

El ahogado de la acusación particular en el caso Brouard, Txema Montero, anunció ayer que la juez que instruye el caso, María Isabel Durántez, ha comenzado a practicar varias pruebas, de las 47 solicitadas en el sumario -algunas desde hace dos años-, y descubrió un "ánimo reforzado para investigar el caso" por parte de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbao.

Montero consideró "trascendental, aunque habrá que contrastarla" la declaración reafizada el pasado viernes por Miguel Ángel López Ocaña, condenado a más de 30 años por el asesinato de su cuñado, Alberto Granados Céspedes, en la que apuntaba al teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa, y al presunto asesino de Santi Brouard, Luis Morcillo Pinillos, como las personas que le indujeron a matar a su cunado para evitar que filtrara más información sobre el atentado contra el dirigente de Herri Batasuna (HB).Txema Montero realizó estas declaraciones tras la incomparecencia, por segunda vez, del testigo José Pablos Fuertes, un maquinista que se asoció con Luis Morcillo Pinillos para que dirigiera la cafetería del Edificio Albia, situada en la capital vizcaína. El testigo excusó su presencia ante la juez por teléfono, señalando que no había podido venir "porque había perdido el tren". En la actualidad, Pablos Fuertes tiene en arrendamiento una pizzería en la localidad alicantina de Torrevieja. El testigo deberá comparecer el próximo 13 de marzo.

Sin embargo, Montero consideró muy ínteresante la conversación con la juez que instruye el sumario por el asesinato del dirigente de HB, en la que advirtió un "ánimo reforzado para investigar el caso". "Me ha confirmado que ha repasado y tiene identificadas las 47 pruebas que están todavía por prácticar, algunas de ellas solicitadas hace dos años, y que ya ha empezado a prácticar algunas de ellas", dijo Montero.

El letrado de la acusación particular considera inuy relevante la declaración diel testigo que no compareció ayer, "ya que José Pablos Fuertes ha sido socio de Morcillo Pinillos, una de las personas que creemos que es copartícipe necesario en el asesinato de Brouard", indícó Montero. Asimismo, calificó de "trascendental" el testimonio de Miguel Ángel López Ocaña del pasado viernes.

En su comparecencia de principios de abril de 1990, López Ocaña señaló que un capitán del Servicio de Información de la Guardia Civil, destinado en Bilbao en. 1985, avisó al industrial granadino Morcillo de que Céspedes era un confidente del comisario Antonio Rosinos y que si seguía filtrando información "acabarían todos en la cárcel".