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Entrevista:

"La unidad de mercado anula el poder de los Gobiernos"

Victoria Carvajal

Incondicional defensor de la integración de los mercados, Stephen Ross pertenece a la nueva generación de investigadores en el abonado campo de la teoría del arbitraje de los precios. Desde los años setenta, este profesor universitario ha publicado innovadores trabajos sobre el mercado de capitales. Ross prevé para un futuro no muy lejano que el inversor medio tendrá entre el 50% y el 60% de los activos fuera de su país de origen.

Stephen Ross defiende que las fuerzas competitivas del mercado son únicas garantes de la eficiencia de cualquier economía.Pregunta. ¿Cómo ve la globalización de los mercados de capitalesque estamos experimentando?

Respuesta. Es maravilloso que siga adelante la liberalización del movimiento de capitales y la integración de los mercados. Uno de los mejores aspectos de esta evolución es la pérdida del poder económico de los Gobiernos en el proceso. Creo que los Gobiernos no tienen la autoridad para intervenir en la actividad económica mediante un endurecimiento o relajación de sus políticas monetarias, como vernos ahora. Me gusta la idea de que si lo intentan cuando se haya conseguido la plena globalización, el resto del mundo no les deje.

P. Si efectivamente se cumple esta globalización, ¿cuáles serán los instrumentos que les restarán a los Gobiernos para actuar sobre la economía?

R. Los Gobiernos están condenados a quedarse atrofiados en sus funciones económicas en unos años como resultado de esta integración. ¿Quién realmente maneja los tipos de interés en el mundo? Un amigo mío que tiene una compañía de inversiones en Japón presumía en broma que era él, antes que la Reserva Federal, el que controlaba los tipos en Estados Unidos al mover en el mercado de bonos del Tesoro más de 10.000 millones de dólares al día. Mi amigo exagera, obviamente, pero desde luego, los Gobiernos ya no tienen en su poder la evolución de los tipos.

P. ¿Quién decidirá entonces?

R. Serán las propias fuerzas del mercado las que decidan. No por tener expertos particulares, nuestros Gobiernos pueden decidir cúal debe ser el tipo deinterés o el valor de la moneda que nos beneficia, y utilizar estos instrumentos para corregir la falta de« competitividad en los intercambios comerciales, por ejemplo.

Bajada de tipos

P. ¿Cómo ve en este contexto la reciente relajación de las políticas monetarias en Estados Unidos, España y Gran Bretaña?

R. Sinceramente, no creo que esto tenga importancia. Esta visión macroeconómica tan naif de que se puede reactivar la economía usando instrumentos como los tipos para expandir la oferta monetaria no es realista. Si estos Gobiernos continúan bajando los tipos, lo pagarán inevitablemente en inflación y, en un entorno recesivo como el actual, esto puede llevarnos de vuelta a un periodo de estanflación.

P. ¿Está su país amenazado de caer en este proceso?

R. El malestar económico de Estados Unidos tiene unas raíces estructurales muy preocupantes. Estamos subestimando lo que puede pasar. Existe una característica que evoca dolorosamente lo pasado en la depresión de 1929. Lo que más me preocupa es que tenemos una situación en la que el sector fianciero está de nuevo en crisis y en el 29 fue precisamente el cierre de los bancos lo que agravó la depresión.

P. ¿Cómo ha afectado la crisis de la'industria bancaria?

R. La grotesca e ineficiente expansión de los bancos en EE UU ha creado un entorno financiero muy atípico, con los bancos excediéndose en unos préstamos que ahora estamos pagando y las políticas del Gobierno no han ayudado en absoluto. Podríamos llegar a una tasa de paro de hasta el 8%, con posibilidad de empeorar. Esto se podría prolongar entre 3 y 4 años.

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