Funcionarios marroquíes recaudan dinero para Irak mediante presiones

La campaña generosa y voluntaria de los marroquíes a favor de Irak se está convirtiendo en un escándalo. Funcionarios empeñados en fomentar a cualquier precio la solidaridad a favor del pueblo bombardeado se han dedicado en los últimos días a recaudar dinero de forma coercitiva, aplicando de una manera muy personal las directrices reales. El hecho ha sido denunciado por la oposición, en un intento de desprestigiar la labor de la Administración.En la ciudad de Casablanca y en determinadas zonas rurales de Marruecos se ha venido detectando el "extraordinario" celo de algunos funcionarios de la Administración local y del Ministerio del Interior, que en los últimos días han venido recaudando dinero de forma dudosamente voluntaria pero muy eficaz. Los primeros voluntarios de este servicio de recaudación han sido, al parecer, profesionales liberales que recibieron la visita de los funcionarios conminándoles a hacer generosas donaciones a favor de Irak.

Esta fórmula poco ortodoxa de recoger los óbolos de los ciudadanos no es nueva. El pasado 24 de diciembre, el diputado Hassan Agurram denunció un comportamiento similar de funcionarios del Ministerio del Interior en el momento de recaudar fondos para construir la gran mezquita mausoleo de Hassan II en Casablanca.

Al parecer, igual fórmula de recolecta fue utilizada para promover telegramas de apoyo a la corona alauí y contra el Gobierno francés, hace unos meses, cuando se desató en Marruecos una campaña contra los medios de comunicación franceses y contra el escritor Gilles Perrault por el libro Nuestro amigo el rey, según aseguraba ayer el Partido del Progreso y del Socialismo de Marruecos.

Fórmula controvertida

Ahora, de nuevo, esta celosa fórmula se ha puesto en marcha para "`recaudar" fondos para Irak. La fórmula ha sido denunciada también por la propia Media Luna Roja, que preside la hija del rey, que hizo público ayer un comunicado recordando que estas ayudas son "opcionales" y que no pueden recortarse de los salarios.

Con esta crítica a los celosos recaudadores, la oposición pretende recuperar la iniciativa en las movilizaciones a favor del pueblo iraquí, ahora encauzadas y controladas únicamente por la Administración.