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Funeral junto a san Ignacio

Roma despidió ayer al legendario padre Pedro Arrupe con un funeral solemne en la iglesia del Gesu, donde descansan los restos de san Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús. Asistieron fieles de todas las razas y muchos jóvenes. La iglesia, en pleno centro de Roma y junto al edificio central de la Democracia Cristiana, se encontraba bloqueada por la policía.El actual general de los jesuítas y sucesor del padre Arrupe al frente de la compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach, subrayó que el padre Arrupe había sido "un hombre al servicio del Concilio". Y añadió: "Sin haber cambiado la compañía, gracias al don del espíritu que es el padre Arrupe, ahora todo es diverso".

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Solo frente a tres papas

Juan Pablo II, que no asistió al funeral, envió como representante suyo al cardenal español Eduardo Martínez Sonalo, quien reafirmó "la estima y la confianza inalterada hacia la compañía de Jesús". Martínez Somalo recordó del difunto padre Arrupe "su espíritu de obediencia al Papa, su apertura a las necesidades de la Iglesia y del mundo y su anhelo de justicia en la verdad y en el amor".

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