Euskadiko Ezkerra decide su futuro en un congreso dividido

Euskadiko Ezkerra (EE) abrió ayer su cuarto congreso en las instalaciones de la Universidad del País Vasco en Leloa (Vizcaya) sin haber logrado resolver las diferencias entre los dos sectores enfrentados. Tras la segura retirada del secretario general, Kepa Aulestia, se disputan la dirección del partido Xabier Gurrutxaga, por la corriente Aufiamendi, y Jon Larrinaga, por Renovación Democrática. Ambos sectores no se han puesto de acuerdo ni siquiera en el número de delegados obtenido por cada uno.Los intentos de alcanzar el consenso han conseguido limar diferencias entre las dos ponencias, pero no suprimirlas. Aufia mendi, encabezada por Aulestia, defiende un proceso de ensan chamiento y refundación del partido para constituir una gran fuerza progresista y reformadora vasca, según el modelo de los co munistas italianos. Renovación Democrática, cuyo líder es el presidente saliente de EE, Juan María Bandrés, propugna el diá logo con el PSE-PSOE y el man tenimiento de la apertura del partido a sensibilidades naciona listas y no nacionalistas. Más peso que las definiciones ideológicas han tenido en el debate previo las intenciones atribuidas por cada sector a la corriente contraria. Aufiamendi acusa a Renovación Democrátiea de llevar el partido a una posición subordinada al PSOE. Los seguidores de Bandrés atribuyen a Aufiamendi el proyecto de diluir la identidad de izquierda del partido en una convergencia con Eusko Alkartasuna.

Unos y otros se asignan la victoria en la elección de los casi 700 delegados, aunque. Renovación Democrática se adjudica una ventaja mayor. Esta corriente ha puesto el acento también, desde el revés electoral de las autonómicas de octubre que le costaron a EE la pérdida de tres de sus nueve diputados, en críticas concretas a la dirección del partido, pese a que algunos de sus dirigentes, como el propio Bandrés, han ejercido responsabilidades de alto nivel.

La intervención de EE en la formación del nuevo Gobierno vasco ha complicado la situación en las últimas semanas. Uno de los mentores de Aufiamendi, Javier Garayalde, antiguo ideólogo de ETA Político-militar, arremetía ayer contra quienes en base a prejuicios particulares "se han desgañitado en público por adjudicar a este partido el mero papel de pegamento de un pacto de Gobierno que ya se había roto", en una alusión a los intentos de última hora de Bandrés por incor-porar al PSOE al Ejecutivo vasco.