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Amistades peligrosas

Fernández Díaz perdió el liderazgo del PP catalán por su buena relación con Roca y Pujol

"Creo que te he hecho un flaco favor: he hablado bien de ti a tus compañeros". Estas palabras de Miquel Roca, dirigidas a Jorge Fernández Díaz cuando sobre éste ya planeaba la decisión de la dirección nacional del Partido Popular (PP) de relevarle de su liderazgo en Cataluña, resultaron premonitorias. Las gestiones del nacionalista Roca ante dirigentes del PP para apoyar la continuidad de Fernández Díaz alimentaron la tesis de quienes sostenían que éste tenía una excesiva amistad con los dirigentes de Convergència y que supeditaba los intereses de los populares a los de Jordi Pujol. A esta política atribuían los críticos el descenso electoral del PP en Cataluña.

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Las versiones que tratan de explicar la caída de Fernández Díaz son a menudo contradictorias. Pero si en algo coinciden es en atribuir un papel relevante a la. supuesta connivencia de Fernández Díaz con Roca y Pujol. Sin embargo, a los críticos les resulta difícil concretar qué iniciativa política del PP quedó abortada porque Fernández la frenara en beneficio de Convergència.Se cita, en todo caso, el debate parlamentario sobre la política de la Generalitat en torno al juego y a sus loterías y la comisión de investigación creada a continuación, todo ello ocurrido en 1987. El diputado popular Joan Esteve Oriol mantuvo una postura de gran dureza con la Generalitat durante el debate, acorde con la de los demás grupos de la oposición. Sin embargo, cuando se votaron las conclusiones de la comisión investigadora, Esteve propuso una redacción muy del agrado del Gobierno catalán, porque decía que no se había "constatado ningún hecho que suponga una conducta carente de honorabilidad en ningún cargo público ni funcionario de la Generalitat". Esta conclusión fue votada por CIU y PP y rechazada por las demás minorías, cuyas propuestas de resolución fueron rechazadas. Se ha puesto en el debe de Jorge Fernández este giro en la postura del Grapo Popular.

Otros críticos internos se refieren a cuestiones menos precisas. Unos están convencidos de que en Convergència estaban perfectamente informados de lo que ocurría en el PP. Otros hacen hincapié en la excesiva familiaridad y cotidianidad con que Fernández se refería a Miquel o a Jordi, haciendo ostentación, además, de que era de los pocos dirigentes de la oposión quie tuteaban al presidente de la Generalitat. Vidal-Quadras ha explicado que Jorge Fernández veía con disgusto sus artículos periodísticos en los que criticaba con dureza la política nacionalista de Pujol.

Cenas y almuerzos

Fernández sólo reconoce la existenc¡a de estilos diferentes: "mientras que yo, en un artículo, decía que Pujol faltaba a la verdad, otro miembro del partido diría que Pujol miente". El líder destituido niega la versión de que se reunía una vez al mes a cenar con Roca a solas. Sólo recuerda dos almuerzos con el secretario general de CDC, y acudió a ellos acompañado de otros dirigentes del PP. "También he comido con Armet y Sala, o con Reventós [dirigentes socialistas]. Es algo normal en un dirigente político".Tengan o no razón sus críticos, lo cierto es que se impuso en Madrid la imagen de un Fernández Diáz entregado a Convergència. De hecho, los hombres que le han sustituido al frente de la presidencia de Cataluña (Josep Curto) y de Barcelona (Alejo Vidal-Quadras) se caracterizan por su combatividad frente al nacionalismo.

Álvarez Cascos, secretario general nacional del PP, prefiere hablar de las causas, y no de los efectos, de la crisis del PP catalán. Y a su juicio las causas están en un partido que se cierra en sí mismo y pierde credibilidad entre los sectores sociales de Cataluña. "Cuando una organización se cierra en sí misma, es imposible proceder a su apertura desde dentro", sentencia. La supeditación a CDC y el caos organizativo del partido en Barcelona -militantes que no pagan las cuotas o no participan- serían los efectos.

Existen otras explicaciones de la caída en desgracia de Jorge Fernández: su colaboración con el fracasado primer sucesor de Fraga, Antonio Hernández Mancha, por ejemplo. El actual líder del PP, José María Aznar, formaba parte del equipo de Miguel Herrero, que se enfrentó sin éxito a Mancha pero que se rehizo tras la caída de aquél. Al parecer, además Fernández Díaz hizo en aquel tiempo algún comentario poco elogioso de Aznar. Otra versión apunta a la enemistad personal entre Jorge Fernández y Álvarez Cascos desde que ambos y Federico Trillo pugnaron por la secretaría general del partido cuando Fraga recuperó la presidencia de AP. Las heridas fueron profundas y se atribuye a Álvarez Cascos una actitud vengativa, que él niega airado: "No me siento enemigo de nadie ni he actuado movido por impulsos personales".

Y luego está la tesis de Fomento del Trabajo, la patronal catalana, con una larga tradición de intervencionismo en el PP. Manuel Milián Mestre, diputado del PP y supervivientes de equipo inicial de Fraga, es un estrecho colaborador de Alfredo Molinas, presidente de Fomento. Está en excedencia como jefe del departamento de comunicación de esa patronal, aunque utiliza su despacho en Fomento para sus actividades políticas. A Millán se le atribuye un papel esencial en el descabalgamiento de Fernández, papel que él matiza.

Millán niega que Fomento tenga nada que ver y precisa que su papel en la crisis se limitó a "redactar unos informes" que le pidió el equipo de Aznar. Uno de estos escritos -un análisis de la situación política catalana- fue aprobado por Fernández. Otro informe, éste reservado, proponía nombres para la dirección del partido.

En opinión de varios dirigentes del PP, la influencia de Fomento sobre el partido "ya no es lo que era". La mayoría de su directiva es proclive a Convergència i Unió. Fuentes de Fomento admiten que el verano pasado Álvarez Cascos y otros tres dirigentes nacionales del PP se entrevistaron en Barcelona con Molinas y otros dos dirigentes patronales. Los empresarios criticaron con dureza la trayectoria del partido, tanto en Madrid como en Barcelona, y los populares expusieron sus proyectos de renovación. "Pero ni nos comunicaron nombres ni nosotros los propusimos", señaló esta fuente.

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