Ardanza descarta el enfrentamiento con el Gobierno central

El lehendakari José Antonio Ardanza declaró ayer en Gernika (Vizcaya), nada más tomar posesión del cargo, que el Gobierno tripartito no se confrontará con el Ejecutivo central aunque no consiga transferencias. "Ya preveía pocos avances en el desarrollo autonómico aunque estuvieran los socialistas en la coalición", aseguró. Xabier Arzalluz, presidente del PNV, rechazó el enfrentamiento sistemático con el PSOE y se comprometió a hacer "de colchón" para evitarlo.

Ardanza no cuenta con un aumento de los problemas entre el Gobierno vasco y el central "porque es muy difícil que se produzcan más que hasta ahora". El lehendakari recordó que en los últimos tres años los dos gobiernos no han logrado ponerse de acuerdo sobre casi ninguna de las transferencias pendientes y dijo que tiene asumida la posibilidad de no conseguir en este área "excesivos resultados"."Tiraremos del carro y si en vez de arar 100 hectáreas sólo podemos arrar 60, las trabajaremos intensivamente", añadió Ardanza. El lehendakari adelantó que el nuevo vicepresidente del Ejecutivo, cuyo nombre se negó a revelar "para darle tiempo a resolver problemas profesionales y personales", no dirigirá simultáneamente la cartera de Presidencia sino de la Industria.

La decisión de otorgar al número dos la responsabilidad de coordinación económica se ha tomado, según fuentes nacionalistas, después de la negativa de Mario Fernández a volver al Ejecutivo. Fernández, ahora alejado de la política, fue vicepresidente con Carlos Garaikoetxea. Ardanza anunció ayer que tras la primera reunión del nuevo Gabinete solicitará audiencia al rey Juan Carlos y pedirá una entrevista a Felipe González, con quien no mantiene un encuentro desde hace tres años.

Hacer de colchón

Por su parte, Xabier Arzalluz negó estar preocupado por los pronósticos sobre un enfrentamiento sistemático con el PSOE tras la salida de éste de la coalición de gobierno. "Si alguien quiere hacer oposición de ese estilo, yo encantado", dijo Arzalluz. "Desde una cierta maldad política es lo que mejor me viene. Si hacen una mala oposición lo pagarán ellos y nos beneficiaremos nosotros". El presidente del PNV se comprometió, no obstante, a "hacer de colchón" porque, dijo, dos no se enfrentan si uno no quiere y "si alguien anda por ahí haciendo el jabalí, allá él, le tendrán por jabalí". Xabier Arzalluz agradeció en tono irónico el ofrecimiento del secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), Ramón Jáuregui, para negociar con el Partido Nacionalista Vasco si naufraga el Gobierno tripartito. "siempre es una alternativa", advirtió, "y en la vida es bueno tener alternativas".José Antonio Ardanza, reelegido el viernes presidente del Gobierno autónomo por tercera vez consecutiva, juró el cargo ante la Biblia y un crucifijo situados bajo el árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas. A continuación, en una sesión solemne del Parlamento, tomó posesión en la Casa de Juntas como lehendakari y representante ordinario del Estado.

Disgusto socialista

Al acto asistieron invitados autoridades y representaciones de las tres diputaciones forales. Entre ellas figuraban el delegado del Gobierno en el País Vasco, Juan Manuel Eguiagaray, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Bautista Pardo, además de los diputados generales de las tres provincias vascas, alcaldes, miembros de las Juntas Generales y dirigentes de todos los partidos con representación parlamentaria, excepto Herri Batasuna.Algunos parlamentarios e invitados socialistas asistentes a la ceremonia mostraron cierto disgusto por la ausencia de la bandera española, en contraste con la ceremonia de hace cuatro años, señalaron, cuando la enseña constitucional fue colocada junto a la ikurriña.