Herri Batasuna aprende la lección de la normalidad

La dureza del tono de algunas críticas de la oposición al discurso del candidato a lehendakari, en particular de Ramón Jáuregui, contrastaron con los modos versallescos entre los diputados, incluidos los inhabituales de Herr1 Batasuna (HB). Los representantes de esta coalición se han moderado en sus últimas intervenciones en las instituciones.Ayer, el preso José María Elosúa apenas fue tan fotografiado como cualquier otro portavoz. Elosúa había sido trasladado a la prisión de Nanclares de la Oca (Álava) desde la de Alcalá Meco (Madrid) por orden del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que instruye la causa contra los intermediarios del secuestro de Emiliano Revilla.

Su compañero de grupo lfiaki Esnaola se confundió de escaño y q uería ocuparlo junto a los socialistas. Jáuregui, que ayer abandonó su asiento habitual junto al lehendakari, le señaló la zona asignada a HB. Los dos lucían una espléndida sonrisa. La misma que mostraba Iñigo Iruin, de HB, mientras palmeaba risueño las rodillas de Juan Daniel Barandiarán, diputado de EA procedente de la coalición independentista.

Quien menos atención prestó al dicurso de Ardanza fue su consejero de Hacienda, Alfonso Basagolti. Como tiene por costumbre, Basagolti, que abandonará el Gobierno para asesorar al presidente del Banco Bilbao Vizcaya, Emilio Ybarra, dedicó la mayor parte de la mañana a descifrar las noticias económicas del día armado de un ordenador de bolsillo.

Las manifestaciones multitudinarias habituales frente al Parlamento vasco en las ocasiones solemnes quedaron reducidas a unas decenas de personas que protestaban contra la guerra del Golfo.