Los veterinarios españoles crean su primer código deontológico en Europa

El código deontológico de los veterinarios españoles, primero existente en Europa, recoge el uso obligatorio de una receta para prescribir medicamentos a animales. Esto permitirá controlar los plazos entre tratamiento y consumo del ganado, así como la utilización de sustancias ilegales, en opinión del presidente de los colegios veterinarios, Antonio Martínez Borregón.

Con la redacción y aprobación del código ético de los veterinarios, presentado ayer oficialmente, se regula por primera vez en España esta profesión. Consta de 24 capítulos que ordenan el acceso y las formas de ejercicio, las publicaciones, la relación con clientes y colegas y la prescripción de medicamentos.En este aspecto, estipula el uso obligatorio de una receta normalizada, tal y como ya recoge la ley del medicamento. "Esto hará más fácil asegurar que los ganaderos cumplan los plazos establecidos entre la medicación del ganado y su destino al consumo humano y con ello su garantía sanitaria", explicó Martínez Borregón.

Los veterinarios pueden, asimismo, vender medicamentos a través de su botiquín o si son dueños de un establecimiento detallista, según el nuevo código ético.

El presidente del Consejo de colegios veterinarios eximió a sus colegas de cualquier responsabilidad en los casos de engorde artificial del ganado detectados recientemente en España. "Se han producido con una total ignorancia del veterinario", aseguró, además de considerar "indemostrable", por su dificultad, la presencia de hormonas en la carne mediante los métodos actuales. "En este aspecto la metodología del Plan Nacional de Residuos ha sido un fracaso".

Borregón no dudó en culpar, sin embargo, a la administración de las grandes epidemias que afectan a algunos sectores de la ganadería española, como por ejemplo la peste porcina. "España debería tener unos controles aduaneros casi perfectos ya que este país es un filtro natural de enfermedades que provienen de países exóticos", dijo.

Mercado europeo

Martínez Borregón, para quien "el futuro está marcado por la competitividad", se mostró preocupado por las consecuencias de la libre circulación de profesionales en la Europa comunitaria. "Estamos abogando por que las facultades impartan cursos de especialización para veterinarios igual que se hace con los médicos", comentó, haciendo especial referencia a los nuevos estudios sobre genética, zootécnia y biotecnología.El número de colegiados ha pasado en la última década de 7.000 a 14.000 veterinarios, mientras el paro total en estos momentos afecta a cerca de 1.000 licenciados. Otros 2.500, según Borregón, están ocupados temporalmente.