El ozono concentrado en la superficie de zonas urbanas tiene efectos nocivos para el hombre
El ozono, que en la estratosfera filtra el paso de los rayos ultravioleta permitiendo la vida en la biosfera, tiene, sin embargo, efectos nocivos para el hombre y algunos vegetales y un gran poder de oxidación en la concentración que puede alcanzar a nivel superficial en las zonas urbanas. El tema preocupó a los casi cien científicos de 14 países que participaron en el I Congreso Iberoamericano del Medio Ambiente Atmosférico, celebrado en Santiago de Chile.
Aunque las investigaciones sobre el ozono superficial comenzaron en 1953, la preocupación de los especialistas es reciente. Tres de los académicos asistentes al congreso iberoamericano celebrado la pasada semana sostuvieron que la presencia de ozono muy concentrado en la superficie del planeta es tan inquietante como su menor concentración que exhibe sobre el Polo Sur, en el llamado agujero de la capa de ozono.El ozono, una molécula formada por tres átomos de oxígeno, tiene efectos diferentes en la estratosfera y en la biosfera. Mientras arriba cumple una función positiva, más abajo, en ciertas concentraciones, es dañino. "Por sus propiedades, podemos hablar de dos ozonos, el bueno y el malo", según Humberto Bravo, de la Universidad Autónoma de México.
Concentraciones elevadas de ozono se han detectado en Ciudad de México, Santiago de Chile, Los Ángeles y en ciudades centroeuropeas. Dos son sus efectos conocidos sobre la salud del hombre: contribuye a reducir el volumen pulmonar e irrita la mucosa nasal. "El ozono tiene mucho más desarrollada la particularidad del oxígeno de afectar al hierro", según Jesús Seco, director del departamento de física general de la Universidad de Salamanca. Su capacidad de oxidación provoca daños en plantas muy sensibles, como el tabaco, antes que en el ser humano".
Los óxidos de nitrógeno, originados en la combustión a altas temperaturas y los hidrocarburos reactivos son los precursores del ozono superficial. Los motores de combustión, las centrales termoeléctricas, la gasolina y compuestos usados por las tintorerías y pinturas contribuyen a formar altas concentraciones de ozono.
Equivocadamente, los científicos asociaron el fenómeno a los climas cálidos, hasta que fue detectado en ciudades de Alemania, según Alex Trier, un científico chileno que presidió el comité organizador del congreso. En Ciudad de México, la eliminación del plomo en la gasolina, que tiene un efecto contaminador, requería reemplazarlo por hidrocarburos reactivos. Pero el sustituto dispara los valores de ozono superficial. "Por una buena acción, nos metemos en una cuestión peor", afirmó Bravo.
Para combatir el fenómeno, los especialistas coincidieron en la necesidad de hacer un inventarlo de las fuentes de emisión de hidrocarburos reactivos y óxidos de nitrógeno. Una medida positiva es, en los vehículos, el uso de convertidores de tres fases, que reducen el monóxido de carbono, los hidrocarburos y los óxidos de nitrógeno. Y en los tanques de almacenamiento de sustancias muy volátiles, como la gasolina, se recomienda el uso de techos flotantes, que evitan el escape de gases.
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