Denuncian al Severo Ochoa por malos tratos a una enferma
María Dolores Gutiérrez, vecina de Fuenlabrada, ha presentado una denuncia contra el hospital Severo Ochoa de Leganés por lo que ella considera nefasta asistencia médica y malos tratos a los que fue sometida su madre, María Fernández Valero, de 61 años, por parte del personal de' dicho centro.María Fernández, con una cirrosis macroactiva y en estado terminal, ingresó por última vez el 25 de diciembre en el Severo Ochoa, hasta que falleció el día 9 de enero. En este intervalo de tiempo, según la denunciante, a su madre llegaron a negarle el agua y la comida, no la cambiaban, la amenazaban y encima tenía que llamar a voces a las enfermeras porque no existía ningún timbre en la habitación donde estaba ingresada.
Según la directora de enfermería del hospital, estas acusaciones son una suma de calumnias sin ninguna base. Para la supervisora, María Dolores Gutiérrez descargó con el personal del hospital la situación delicada que vivía su madre.
María Fernández recibió hace 11 años en la Seguridad Social una transfusión de sangre contaminada de hepatitis que degeneró en una cirrosis macroactiva. En los últimos meses, su estado era terminal.
Hace ocho meses, su hija María Dolores se hizo cargo de ella, siendo trasladada de forma periódica al hospital Severo Ochoa. El 25 de diciembre ingresó en la tercera planta, habitación 318, en la sección de medicina interna.
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La directora de enfermería del Severo Ochoa niega, la acusación de malos tratos
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Según la demandante, a partir de esa fecha se iniciaron los malos tratos contra su madre, aunque ya anteriormente hubo protestas de enfermeras porque se trataba de una paciente difícil, ya que no le funcionaban bien ni el esófago ni el estómago y hacía deposiciones continuamente.
Tras el día de Navidad, su estado se complicó y sus hijos decidieron dejarla en el hospital, lo que, según María Dolores, "molestó y originó una hostilidad patente por parte del médico y las enfermeras hacia ella". A raíz de ese instante, según la denunciante, su madre comenzó a ser abandonada, " no quiero decir que la mataron en el hospital, porque ella estaba muy mal, pero a raíz de ahí comenzó la situación más terrible, ya que la amenazaban, no le cambiaban las sábanas y encima estaba en una habitación sin timbre".
Reclamación al jefe de planta
Durante esos días, María Dolores amenazó a las enfermeras con que las iba a denunciar por malos tratos, "lo que provocó que un ATS dijera a mi madre que le iba a quitar los zumos y el membrillo porque su hija era muy mal a". El día 7 de enero, María Dolores, tras exponer sus reclamaciones al jefe de planta y al ver que sus quejas no encontraban respuesta, acudió al Juzgado de Instrucción de Leganés, donde presentó la denuncia contra el hospital por permitir esta serie de atropellos y por no existir una guía para hablar con un inspector médico. En la misma denuncia acusaba a las enfermeras de maltratar a su madre.
El día 8 de enero fue trasladada la enferma a la habitación 323, falleciendo un día después. Según María Dolores, `el día de la muerte de mi madre no fui avisada de que estaba agonizando, cuando llegué a las seis de la tarde comprobé que mi madre estaba ya muy mal y me echaron de la habitación, porque decían que iban a cambiarla. A los 20 minutos salieron dos personas y pregunté qué pasaba, me contestaron que ya está. Cuando entré se encontraba ya amortajada".
Según la directora de enfermería del hospital, todo el mundo tiene derecho a expresarse, pero las opiniones de María Dolores son "calumnias in ninguna base y destructivas )ara el personal sanitario". "Podemos cometer algunos errores puntuales, pero es incomprensible asumir todas estas acusaciones, ya que era la familia la que no quería hacerse cargo de María Fernández".
Según la directora, el hospital cuenta con un colectivo de profesionales ejemplar y con una proporción de enfermera cama muy buena dentro del déficit que existe en general.
