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El Parlamento iraquí otorga poderes de guerra

Ángeles Espinosa

La Asamblea Nacional iraquí aprobó ayer por aclamación una resolución de apoyo a su jefe del Estado, Sadam Husein, para que se "haga uso de todas las prerrogativas constitucionales previstas para caso de guerra". Eran poco más de las doce de la mañana (las diez, hora peninsular española) y los numerosos periodistas occidentes presentes en la sala intercambiaron miradas de inquietud, mientras los 177 diputados aplaudían puestos en pie.Por otra parte, el presidente iraquí dirigió anoche al rey Fahd de Arabia Saudí una "carta abierta" en la que afirma que Irak está dispuesto a proporcionar a ese país Ias garantías necesarias susceptibles de inspirar confianza entre los dos países", informó la agencia iraquí INA. En ese mensaje Sadam subraya la conveniencia de un arreglo bilateral y afirma, sin embargo, que si hay guerra morirán "cientos de miles" de saudíes.

En un telegrama dirigido al presidente Sadam, quien a pesar de las especulaciones no acudió finalmente a la reunión extraordinaria del Parlamento, los diputados le comunicaron su decisión y le reiteraron, una vez más, su apoyo incondicional. Tal convocatoria pareció un remedo de la reciente sesión conjunta del Congreso norteamericano. El texto decía así: "La Asamblea Nacional le autoriza a adoptar todas las medidas necesarias para defender nuestra tierra, la nación árabe y la seguridad de su pueblo. Declaramos nuestro apoyo a su liderazgo contra cualquier agresión lanzada por el Ejército norteamericano y nuestra aprobación a su presidencia".

Tanto el refrendo del proyecto de resolución, elaborado por el comité jurídico de la Asamblea, como la redacción final del telegrama en el que dieron cuenta a Sadam de su decisión estuvieron precedidos de varias intervenciones. En ellas, los diputados expusieron su acuerdo con la actitud presentada por el presidente de la Cámara, Saadi Mahdi Salej.

Las repetidas alusiones al Corán y a la voluntad de Dios han transformado el enfrentamiento con Estados Unidos en una yihad (guerra santa), que encaja, sin embargo, con precisión en la táctica adoptada por el presidente Sadam desde el principio de la crisis iniciada con la invasión de Kuwait el 2 de Agosto.

Precisamente ayer, durante una reunión del Consejo de Mando de la Revolución, presidida como suele ser habitual por el jefe del Estado, éste ordenó la inscripción del simbólico Alá-u-akbar (Dios es el más grande) en la bandera nacional (negra, blanca y roja, con tres estrellas en el centro).

Frenar la locura

La idea de que Sadam no puede volverse atrás ahora sin perder la cara no implica descartar todas las esperanzas. Tanto en el mundo árabe como a nivel internacional se están haciendo esfuerzos por frenar la locura. Aunque en la prensa local no informa de ello. El líder de la OLP, Yaser Arafat se entrevistó con Sadam Husein y voló después hacia Aminán para encontrarse con el rey Hussein de Jordania. [El presidente argelino, Chadli Benjedid, viajó también a Bagdad para unirse a las gestiones de paz, según la radio de Argel, informa Reuter.]

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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