Tres hermanos huyen de la chabola de sus padres y denuncian malos tratos
La Policía Municipal de Madrid recogió en la noche del miércoles a tres hermanos que habían huido de la chabola de sus padres para escapar de los malos tratos. José, de 7 años; Rosa María, de 12, y Azucena, de 10, apenas habían pasado un día con sus padres, con quienes no vivían, ya que estaban internados en un colegio tutelar de la Comunidad de Madrid, adonde debían haber vuelto el 7 de enero tras pasar las navidades en Málaga con un familiar. Los menores estuvieron el día 8 con sus padres, y el 9 por la mañana decidieron huir.
Los tres niños abandonaron el domicilio paterno, en el barrio del Castañar, cerca de la carretera de Toledo, sobre las 8.30 del miércoles. Su pretensión, dijeron, era irse a Málaga, pero no tenían dinero y se perdieron.Todo el día lo pasaron vagando por las calles, hasta que el hambre les llevó a pedir comida al soldado de guardia del Instituto Politécnico del Ejército, en la avenida de Carabanchel, 117. Los militares les invitaron a chorizo y llamaron a la Policía Municipal.
Dos agentes de un coche patrulla recogieron a los pequeños para llevarlos a casa. Uno de los agentes se impresionó por el estado psíquico y físico de los niños, sucios, mal vestidos y con serias dificultades para hablar. A Rosa María le cuesta articular las palabras y no sabe ni leer ni escribir. El aspecto de José es el de un niño raquítico, ya que es célico (no asimila el gluten y vomita a menudo), y su mentalidad es la de un niño de año y medio. Azucena, la más despierta, mareó con sus indicaciones a los policías para que no les llevaran a la chabola.
Los hermanos fueron trasladados a las instalaciones del Grupo de Menores (Grume) de la policía, y de allí al centro de primera acogida de Hortaleza, de la Comunidad de Madrid. Las investigaciones posteriores permitieron determinar que los tres residían habitualmente en el colegio residencia de primera infancia Concepción Arenal desde que el 29 de febrero de 1989 el Gobierno regional retirara su tutela a los padres "por imposibilidad material para mantenerlos adecuadamente".
Golpes en la cabeza
Los menores relataron a los agentes que sus padres les sometían a continuos malos tratos. Azucena contó que en una ocasión les encerraron durante tres días sin alimentos, por lo que llegaron a comerse sus propias heces. La forma habitual de castigo, según contaron, era golpearlos con el tacón del zapato en la cabeza. Un familiar de los menores señaló a este periódico que los niños habían padecido "enfermedades relacionadas con la miseria". La madre de los niños, Manoli López Ayuso, negó ayer en declaraciones a Telemadrid esta versión de los hechos.Rosario Duce, jefa del servicio de menores protegidos de la Consejería de Educación, declaró ayer que los niños abandonaron el colegio el 23 de diciembre para pasar las navidades en casa de María López Ayuso, residente en Málaga y tía de los pequeños. "Deberían haber regresado al centro el 7 de enero, pero no lo hicieron, por lo que denunciamos este hecho en el Grume. Los niños han pasado dos días perdidos, uno con sus padres y otro por las calles", añadió. Ninguno de los pequeños quiere volver a su casa y temen que la madre los reclame.
Una prima carnal de los niños aseguró que el padre de éstos, Juan Buitrago Silvente, albañil, bebe habitualmente, y que la madre tiene problemas mentales. Otro hijo del matrimonio, Juan, de 15 años, es subnormal y vive en la chabola.
"Los niños pasaban la semana en la residencia, pero los fines de semana se iban con sus padres, y éstos los estropeaban. Les encerraban a menudo. Tenían piojos siempre, comían poco y les pegaban mucho. A José le descalabró una vez mi tía con el gancho de una estufa. Nunca quieren volver a casa. Lo que más les gusta es irse a Málaga", afirmó este familiar.
Tomás Merín, viceconsejero de Integración Social y presidente de la Comisión de Tutela del Menor, señaló que se va a abrir una investigación, y añadió que no es la primera vez que ocurre que algún tutelado sufre una mala experiencia al pasar un fin de semana con sus padres. Merín apuntó que en la actualidad hay 2.000 niños custodiados por la Comunidad de Madrid. Estas navidades se estudiaron 100 expedientes para autorizar la salida de niños.
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