Feliz Año Nuevo
Sería mi primera vez en pasar el final de año en la Puerta del Sol y acompañar la tradición madrileña de comer las 12 uvas mientras el reloj tocaba las campanadas.Desde el año pasado, cuando vine a España, me hacía mucha ilusión reunirme con mis amigos en Sol, comer las uvas, reír y festejar; sin embargo, el año anterior no pude hacerlo por problemas de salud.
Este año había quedado con dos grupos de amigos, uno de ellos en la puerta principal de un gran centro comercial próximo a Sol, y el otro insistió en que quedásemos en la estatua del oso, el símbolo de Madrid.
Telefoneé a una amiga para avisarle de que el encuentro sería a las 22.30, pero, deprimida y llorando, dijo que no iría y que se sentía mal.
Las amarguras de la vida muchas veces nos hacen sentir desolados en ciertas fechas del año, y como me había pasado también en un época de mi vida, me decidí, por solidaridad, a ir hasta su casa para reconfortarla e insistir
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