Miko Brando

No se parece a su padre, aunque recuerda a su hermano Christian en la parquedad de sus respuestas y un especial don familiar para negar lo evidente. En los últimos meses su imagen ha aparecido en la prensa acompañando a su progenitor, Marlon Brando, en los preliminares del juicio que se iniciará el 14 de enero contra su hermanastro, Christian, acusado del asesinato del novio de la hermanastra de ambos, Cheyenne.Miko, hijo de Movita Castañeda, la segunda esposa de Marlon Brando, confesó ayer en Barcelona desconocer que su hermano Christian tuviera ningún problema con el alcohol o las drogas. "Mi hermano es la persona más cariñosa y afectuosa que conozco, no sabía que tuviera ningún problema con las drogas ni con el alcohol, y sigo sin saberlo. Salíamos de copas, como todo el mundo. El día de su detención es cierto que se demostró que había bebido, pero una cosa es que aquel día estuviera borracho y otra que sea un alcohólico".

El treintañero Miko, de 95 kilos y que trabaja como guardaespaldas del cantante Michael Jackson, remitió su versión de los hechos a las informaciones publicadas en la prensa, algunas de ellas contradictorias, y si bien confesó que él no hubiera hecho lo que hizo su hermano, considera que Christian no merece ningún castigo. "Por ser quien es, la justicia quiere utilizarlo como chivo expiatorio para que la gente sepa lo que puede y no puede hacer", dijo Miko. "Mi padre está muy afectado, pero confía en que la justicia americana sea justa".

En torno a su hermana Cheyenne, que declaró a la policía en contra de su hermano, se ha entablado una batalla legal en torno a su posible declaración en el juicio. "Mi hermana no está capacitada mentalmente, y es su madre [Tarita, la última esposa de Brando] la que tiene la prerrogativa legal para decidir lo que puede y no puede hacer", explicó Miko.

De su padre, Miko sólo dijo: "Es un tipo estupendo".