_
_
_
_

Un concejal de Arganda del Rey, agredido por el grupo de los furibundos 'Blusones Negros'

Iván Zalve, concejal de Juventud del Ayuntamiento de Arganda del Rey, fue agredido el pasado 23 de diciembre a la salida de un bar por varios integrantes de los Blusones Negros, un grupo que desde hace meses está protagonizando hechos violentos en el pueblo. Tras la agresión, y debido a una enfermedad en los huesos que padece, Iván tuvo una lesión que pudo haber sido muy peligrosa. "En Arganda se está produciendo una espiral de violencia que se tiene que cortar ahora, o pronto ocurrirá un hecho de primera página en los periódicos", afirma Pedro Diez, diputado autonómico de la Asamblea de Madrid por Izquierda Unida y ex alcalde de la localidad.

La violencia y el miedo impregnan el ambiente de Arganda. Desde 1987 se están produciendo en la localidad peleas y agresiones. En un principio se trataba sólo de gamberradas protagonizadas por los Blusones Negros durante las fiestas. Pero este tipo de hechos se producen ahora casi a diario, según denuncia el consejo político de IU en Arganda. Durante las pasadas fiestas patronales de septiembre, dos guardias civiles fueron agredidos por miembros de esta banda.Su última actuación tuvo lugar el pasado domingo. Según compañeros del concejal herido, Zalve se encontraba en un bar de la localidad cuando Ricardo Horche, integrante de la banda, comenzó a insultarle. "Cuando salió a la calle, Horche y otro individuo le agredieron", afirman. Zalve no quiere hacer declaraciones por el momento y lo deja todo en manos de Izquierda Unida, su grupo político.

Los Blusones Negros son un grupo no organizado de unos 30 jóvenes, entre los que hay 15 muy violentos, encabezados por cuatro hermanos. Según Pedro Diez, "tienen trabajo y manejan dinero. La violencia procede de unas raíces ideológicas y de una actitud violenta ante la vida, en la que es esencial una paliza a la semana, y destaca la xenofobia a las gentes de fuera del pueblo".

Amenazas de muerte

Anteriormente fue amenazado de muerte otro concejal del mismo grupo, Pedro García, por un miembro de los Blusones Negros y su padre. Tras la denuncia interpuesta por el concejal, el próximo 14 de enero se celebrará un juicio.Los vecinos tienen miedo. Nadie quiere hablar o denunciar. Y aquellos que se atreven a plantear el problema "no llegan a hacer efectiva la denuncia por culpa de las amenazas recibidas por sus propias familias", según afirma Pedro Díez.

"Supuestamente como culpable quedamos el equipo de Izquiera Unida, que estamos denunciando el asunto tanto ante la Delegación del Gobierno como ante la Guardia Civil, declara Julio Gómez, alcalde de la localidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Gómez considera que el campo de cultivo para que los Blusones Negros se hagan fuertes son determinadas discotecas muy conocidas en la localidad, donde se les emplea como matones, y en ellas "se desata la violencia contenida".

Son discotecas y pubs sobre los que recaen numerosas denuncias por incumplimiento de normas y, sin embargo, no han sido cerradas u obligadas a cumplir aquéllas. De ellas han salido a golpes para llevarles al callejón vecinos y visitantes que acuden a pasar un rato de ocio y acaban recibiendo una paliza.

Un segundo problema que se produce con la violencia de estos elementos es el mimetismo que estas acciones producen en los "chicos más jóvenes y con menos formación, que juegan a imitarles sin analizar nada", afirma Díez.

La espiral se desarrolla y no queda localizada en Arganda. Los pueblos de alrededor también están sufriendo esta violencia, como sucedió en Mejorada del Campo en las fiestas de septiembre, cuando la plaza de toros se convirtió en una batalla campal, o en las localidades de Morata de Tajuña o Campo Real.

Son hechos que están produciendo contestaciones de fuerza con intentos de crear patrullas vecinales o grupos organizados, que pueden provocar "una violencia mucho peor", según Díez.

El consejo político de IU, ante el carácter que toman los hechos, ha decidido convocar a toda la población para que tome conciencia de la realidad y del futuro que se puede producir.

Por ello, en un comunicado que lanza a todos los vecinos, exige a la Delegación del Gobierno el cierre de todos los establecimientos que de una forma u otra amparan a todos estos elementos y piden a los vecinos que denuncien todo tipo de violencia para que ningún acto quede impune.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_